Frente al arbol seco de un amor infructuoso, ¿que he de decir?, elevare una plegaria, escribire un poema en una hoja de tabaco y lo fumare a la sombra de aquel arbol sin hojas, mientras a lo lejos el sol caera herido en la inmensidad del mar.
Escribire en el aire un suspiro, y me recordare lo que paso, dibujare sobre una nube tus ojos, observare la estrella que te regale, y mirare en mis sueños lo que siempre supe, lo que siempre tuve presente lo que nunca fue, pudo ser, ni podria ser.
Y ya borracho de nostalgia, gritare tu nombre a la luz de la luna, y abrazare a soledad, mientras ella buscara mis labios resecos, en un beso mortal, frio y humedo. Y ya el sol muerto en el horizonte y mientras se acaba aquel tabaco que aun tiene lumbre, te recitare 3 veces el Nocturno a Rosario, y tal vez envuelto en esa locura, busque el mismo fin que Acuña, solo que en lugar de morir de frente al sol, he de morir de frente a la luna, y con tu nombre aun en mis labios...
Una sola mirada, diferentes visiones.
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