domingo, 31 de enero de 2010

Atlas algún día me va a matar...


Definitivamente el estilo de juego de Atlas me va a matar algún día. Hoy fueron los 8 minutos más largos de mi vida, concentrado en despejar la pelota a ningún lugar, a donde nadie pueda ir nunca por ella. Y es que hubo destellos de gran fútbol, de gallardía y coraje, para que al final, las novatadas de un portero cremoso, hicieran que una maldición pudiera continuar: no ganarle en su propia cancha al Santos Laguna. Pero el estilo Atlas se impuso.

Ahora entiendo porque los veteranos aficionados rojinegros optan por no volver a la cancha, por olvidarse un poco de fútbol y mejor enterarse en los periódicos o en los noticieros. Finalmente son esos momentos, los que nos mantienen en la linea, viendo al equipo de nuestros amores, gritando gol emocionados, escuchando los buenos comentarios de los narradores de fútbol. Son esas pequeñas cosas las que nos mantienen al borde de la locura, más aun cuando observas al equipo desplegar puntadas de pasión, morir por un balón y no dejar al rival continuar.

Una sola mirada, diferentes visiones.

sábado, 30 de enero de 2010

Y el Jalisco cumple sus 50 años


Cuántas historias, lágrimas, sonrisas y pasiones desbordadas en el Jalisco. ¿Cuántas? Miles y miles, pues el coloso más popular de Guadalajara, la casa del fútbol en occidente cumple 50 años, en dónde ha pasado de todo. Y es que un tapatío desde pequeño tiene que encontrarse con su mundo, tiene que decidirse por una camiseta, por la de los colores rojinegros o rojiblancos, por el equipo de las estrellas o el del buen fútbol. Porque si no lo haces, pierdes un poco de identidad, de esa sangre futbolera que llevamos en las venas.

Una sola mirada, diferentes visiones.

Miradas cancheras



Nos miramos de reojo, estamos del mismo lado de la batalla y cantamos sin cesar, alentamos al equipo. No nos conocemos, pero a veces nos olvidamos del tiempo, de que si coqueteamos tu y yo, podremos perder de vista la pelota y con mucha probabilidad  el gol rojinegro. La avalancha humana nos comerá con toda su euforía. Pero que importa, coqueteamos y las miles de personas se pierden en la nada.

P.D. No me animé a tomarle la foto a  la mujer desconocida, aunque al final lo intenté y ese fue el maldito resultado... 

Una sola mirada, diferentes visiones.

jueves, 28 de enero de 2010

Hostiga la policía ministerial de Jalisco a Comuneros de San Francisco de Ixcatlán, Zapopan Jalisco

A los organismos defensores de derechos humanos

A nuestros hermanos indígenas

A los medios de comunicación

El día de hoy 20 de enero de 2010, policías ministeriales de la Procuraduría de Justicia del Estado de Jalisco y presuntamente, a petición de Rosa Delgado Donato, detuvo e interrogó a varios comuneros, a uno de ellos Manuel Rosas Larios, al mediodía, cuando estaba trabajando en su parcela en “Los Laureles”, lo esposaron, interrogaron y tomaron fotografías. Luego por la tarde el grupo de policías se trasladó a la población de Ixcatán y estuvo visitando los domicilios de varios compañeros, interrogándolos y sembrando entre las familias incertidumbre y coraje. Les dijeron que en la lista traen a muchos.

Denunciamos que la persona que está utilizando la fuerza pública, ha invadido nuestras tierras de "El Carricillo" y "Los Laureles" (60 hectáreas aproximadamente) desde el mes de agosto de 2009, mediante la plantación de cedro rojo y pequeñas cercas para retener suelos, por los que recibió 167 mil 688 pesos, según información proporcionada por la Comisión Nacional Forestal mediante oficio CNF/GRLSP/VIII/4407 firmada por el Ing. Carlos Enrique Vicente Gerente Regional VIII Lerma Santiago Pacífico y que fue dirigido a la Lic. Ma. De la Luz Rodríguez Mendoza, Delegada de la Procuraduría Agraria en Jalisco. Como lo hicimos saber en su momento, además de que Rosa Delgado Donato utilizó dinero público, la reforestación con cedro rojo fue un fracaso porque el terreno, el clima y las condiciones ambientales no son propicios para este tipo de árboles.

Hemos demostrado, que estos predios (el carricillo y los laureles), se encuentra dentro de la resolución dictada por Beatriz Zentella Mayer magistrada del Tribunal Unitario Agrario distrito XV, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 4 de noviembre de 1994 en donde se titula y confirman 1,103-00-00 hectáreas para la Comunidad Indígena de San Francisco de Ixcatlan.

Nos llama la atención que la misma Rosa Delgado Donato que fue denunciada por el Comisariado de Bienes Comunales de esta comunidad por invasión y despojo hace más de tres meses, es hora que no existe justica pronta y expedita.

A los organismos de derechos humanos y a los compañeros de las organizaciones hermanas, les solicitamos se pronuncien ante el gobierno de Jalisco y el gobierno federal para que se acaben las invasiones a nuestras tierras y se respeten nuestros derechos ancestrales.

Por lo anterior exigimos:

1. Cese al hostigamiento policiaco a los comuneros de San Francisco de Ixcatlan, Zapopan Jalisco.

2. Fuera Rosa Delgado Donato de nuestras tierras y que regrese el dinero que obtuvo del gobierno federal en ese proyecto fraudulento.

3. Respeto a la integridad de los comuneros de Ixcatlan y de nuestro territorio.

La tierra es nuestra madre,

de ahí nacimos, de ella vivimos

y la defenderemos hasta el final.

Zapopan, Jalisco 20 de enero de 2010

Comunidad Indígena de San Francisco de Ixcatlan

Ella


Debo ser discreto. No quiero comprometerla. La llamaré.. . En el cajón de mi escritorio tengo todavía una foto suya. junto con las de otras gentes y un pa­ñuelo sucio de maquillaje que le quité no sé a quién. o mejor dicho sí sé, pero no quiero decir, en uno de los momentos cumbres de mi vida pasional. La foto de que hablo es extraordinariamente buena para ser de pasaporte.

Ella está mirando al frente con sus gran­des ojos almendrados, el pelo restirado hacia atrás, dejando a descubierto dos orejas enormes, tan cerca­nas al cráneo en su parte superior, que me hacen pensar que cuando era niña debió traerlas sujetas con tela adhesiva para que no se le hicieran de papalote; los pómulos salientes, la nariz pequeña con las fosas muy abiertas, y abajo... su boca maravillosa, grande y carnuda. En un tiempo la contemplación de esta foto me producía una ternura muy especial, que iba convirtiéndose en un calor interior y que terminaba en los movimientos de la carne propios del caso. La llamaré Aurora. No, Aurora no. Estela, tampoco. La llamaré ella.

Esto sucedió hace tiempo. Era yo más joven y más bello. Iba por las calles de Madero en los días cer­canos a la Navidad, con mis pantalones de dril recién lavados y trescientos pesos en la bolsa. Era un medio­día brillante y esplendoroso. Ella salió de entre la multitud y me puso una mano en el antebrazo. “Jorge”, me dijo. Ah, che la vita é bella! Nos conocemos desde que nos orinábamos en la cama (cada uno por su lado, claro está), pero si nos habíamos visto una doce­na de veces era mucho. Le puse una mano en la gar­ganta y la besé. Entonces descubrí que a tres metros de distancia, su mamá nos observaba. Me dirigí hacia la mamá, le puse una mano en la garganta y la besé también.

Después de eso, nos fuimos los tres muy contentos a tomar café en Sanborns. En la mesa, puse mi mano sobre la suya y la apreté hasta que noté que se le torcían las piernas; su mamá me recordó que su hija era decente, casada y. con hijos, que yo había te­nido mi oportunidad trece años antes y que no la había aprovechado. Esta aclaración moderó mis impul­sos primarios y no intenté nada más por el momento. Salimos de Sanborns y fuimos caminando por la alameda, entre las estatuas pornográficas, hasta su coche, que estaba estacionado muy lejos.

Fue ella, entonces, quien me tomó de la mano y con el dedo de enmedio, me rascó la palma, hasta que tuve que meter mi otra mano en la bolsa, en un intento desesperado de aplacar mis pasiones. Por fin llegamos al coche, y mientras ella se subía, comprendí que trece años antes no sólo había perdido sus piernas, su boca maravillosa y sus nalgas tan saludables y bien desarrolladas, sino tres o cuatro millones de muy buenos pesos.

Fuimos a dejar a su mamá que iba a comer no importa dónde. Seguimos en el coche, ella y yo solos y yo le dije lo que pensaba de ella y ella me dijo lo que pensaba de mí. Me acerqué un poco a ella y ella me advirtió que estaba sudorosa, porque tenía un oficio que la hacía sudar. “No importante, no importa.” Le dije olfateándola. Y no importaba. Entonces, le jalé el cabello, le mordí el pescuezo y le apreté la panza... hasta que chocamos en la esquina de Tamaulipas y Sonora.

Después del accidente, fuimos al SEP de Tamauli­pas a tomar ginebra con quina y nos dijimos primores. La separación fue dura, pero necesaria, porque ella tenía que comer con su suegra. “¿Te veré?” “Nunca más.” “Adiós, entonces.” “Adiós.” Ella desapareció en Insurgentes, en su poderoso automóvil y yo me fui a la cantina el Pilón, en donde estuve tomando mezcal de San Luis Potosí y cerveza, y discutiendo sobre la divinidad de Cristo con unos amigos, hasta las siete y media, hora en que vomité. Después me fui a Bellas Artes en un taxi de a peso.

Entré en el foyer tambaleante y con la mirada torva. Lo primero que distinguí, dentro de aquel mar de personas insignificantes, como Venus saliendo de la concha... fue a ella. Se me acercó sonriendo apenas, y me dijo: “Búscame mañana, a tal hora, en tal par­te”; y desapareció.

¡Oh, dulce concupiscencia de la carne! Refugio de los pecadores, consuelo de los afligidos, alivio de los enfermos mentales, diversión de los pobres, esparci­miento de los intelectuales, lujo de los ancianos. ¡Gra­cias, Señor, por habernos concedido el uso de estos artefactos, que hacen más que palatable la estancia en este Valle de Lágrimas en que nos has colocado!

Al día siguiente acudí a la cita con puntualidad. Entré en el recinto y la encontré ejerciendo el oficio que la hacía sudar copiosamente. Me miró satisfecha, orgullosa de su pericia y un poco desafiante, y también como diciendo: “Esto es para ti.” Estuve absorto durante media hora, admirando cada una de las partes de su cuerpo y comprendiendo por primera vez la esencia del arte a que se dedicaba. Cuando hubo terminado, se preparó para salir, mirándome en silen­cio; luego me tomó del brazo de una manera muy elocuente, bajamos una escalera y cuando estuvimos en la calle, nos encontramos frente a frente con su chingada madre.

Fuimos de compras con la vieja y luego a tomar café a Sanborns otra vez. Durante dos horas estuve conteniendo algo que nunca sabré si fue un sollozo o un alarido. Lo peor fue que cuando nos quedamos solos ella y yo, empezó con la cantaleta estúpida de: “¡Gracias, Dios mío, por haberme librado del asqueroso pecado de adulterio que estaba a punto de cometer!” Ensayé mis recursos más desesperados, que consisten en una serie de manotazos, empujones e intentos de homicidio por asfixia, que con algunas mujeres tienen mucho éxito, pero todo fue inútil; me bajó del coche a la altura de Félix Cuevas.

Supongo que se habrá conmovido cuando me vio parado en la banqueta, porque abrió su bolsa y me dio el retrato famoso y me dijo que si algún día se decidía (a cometer el pecado), me pondría un telegrama.

Y esto es que un mes después recibí, no un tele­grama, sino un correograma que decía: “Querido Jorge: búscame en el Konditori, el día tantos a tal hora (p. m.) Firmado: Guess who? (advierto al lector no avezado en el idioma inglés que esas palabras sig­nifican “adivina quién”). Fui corriendo al escritorio, saqué la foto y la contemplé pensando en que se acer­caba al fin la hora de ver saciados mis más bajos instintos.

Pedí prestado un departamento y también dinero; me vestí con cierto descuido pero con ropa que me quedaba bien, caminé por la calle de Génova durante el atardecer y llegué al Konditori con un cuarto de hora de anticipación. Busqué una mesa discreta, por­que no tenía caso que la vieran conmigo un centenar de personas, y cuando encontré una me senté mirando hacia la calle; pedí un café, encendí un cigarro y es­peré. Inmediatamente empezaron a llegar gentes co­nocidas, a quienes saludaba con tanta frialdad que no se atrevían a acercárseme.

Pasaba el tiempo.Caminando por la calle de Génova pasó la joven N., quien en otra época fuera el Amor de mi Vida, y desapareció. Yo le di gracias a Dios. Me puse a pensar en cómo vendría vestida y luego se me ocurrió que en tíos horas más iba a tenerla entre mis brazos, desvestida...

La joven N. volvió a pasar, caminando por la calle de Génova, y desapareció. Esta vez tuve que ponerme una mano sobre la cara, porque la joven N. venía mirando hacia el Konditori.
Era la hora en punto. Yo estaba bastante nervioso, pero dispuesto a esperar ocho días si era necesario, con tal de tenerla a ella, tan tersa, toda para mí.

Y entonces, que se abre la puerta del Konditori, entra la joven N., que fuera el Amor de mi Vida, cruza el restorán y se sienta enfrente de mí, sonriendo y preguntándome: “Did you guess right?”

Solté la carcajada. Estuve riéndome hasta que la joven N. se puso incómoda; luego, me repuse, plati­camos un rato apaciblemente y por fin, la acompañé a donde la esperaban unas amigas para ir al cine.

Ella, con su marido y sus hijos, se habían ido a vivir a otra parte de la República. Una vez, por su negocio, tuve que ir precisamente a esa ciudad; cuando acabé lo que tenía que hacer el primer día, busqué en el directorio el número del teléfono de ella y la llamé. Le dio mucho gusto oír mi voz y me invitó a cenar. La puerta tenía aldabón y se abría por medio de un cordel. Cuando entré en el vestíbulo, la vi a ella, al final de una escalera, vestida con unos pantalones verdes muy entallados, en donde guardaba lo mejor de su personalidad.

Mientras yo subía la escalera, nos mirábamos y ella me sonreía sin decir nada. Cuando llegué a su lado, abrió los brazos, me los puso alrededor del cuello y me besó. Luego, me tomó de la mano y mientras yo la miraba estúpidamente, me condujo a través de un patio, hasta la sala de la casa y allí, en un couch, nos dimos entre doscientos y trescientos besos... Hasta que llegaron sus hijos del parque. Des­pués, fuimos a darles de comer a los conejos.

Uno de los niños, que tenía complejo de Edipo, me escupía cada vez que me acercaba a ella, gritando todo el tiempo: “¡Es mía!” Y luego, con una impu­dicia verdaderamente irritante, le abrió la camisa y metió ambas manos para jugar con los pechos de su mamá, que me miraba muy divertida. Al cabo de un rato de martirio, los niños se acostaron y ella y yo nos fuimos a la cocina, para preparar la cena. Cuando ella abrió el refrigerador, empecé mi segunda ofen­siva, muy prometedora, por cierto, cuando llegó el marido. Ale dio un ron Batey y me llevó a la sala en donde estuvimos platicando no sé qué tonterías. Por fin estuvo la cena. Nos sentamos los tres a la mesa, cenamos y cuando tomábamos el café, sonó el telé­fono.

El marido fue a contestar y mientras tanto, ella empezó a recoger los platos, y mientras tanto, tam­bién, yo le tomé a ella la mano y se la besé en la palma, logrando, con este acto tan sencillo, un efecto mucho mayor del que había previsto: ella salió del comedor tambaleándose, con un altero de platos su­cios. Entonces regresó el marido poniéndose el sacro y me explicó que el telefonazo era de la terminal de camiones, para decirle que acababan de recibir un revólver Smith & Wesson calibre 38 que le mandaba su hermano de México, con no recuerdo qué objeto; el caso es que tenía que ir a recoger el revólver en ese momento; yo estaba en mi casa: allí estaba el ron Batey, allí, el tocadiscos, allí, su mujer.

Él regresaría en un cuarto de hora. Exeunt severaly: él vase a la calle; yo, voyme a la cocina y mientras él encendía el motor de su automóvil, yo perseguía a su mujer. Cuando la arrinconé, me dijo: “Espérate” y me llevó a la sala. Sirvió dos vasos de ron, les puso un trozo de hielo a cada uno, fue al tocadiscos, lo encendió, tomó el disco llamado Le Sacre du Sauvage, lo puso y mientras empezaba la música brindarnos: habían pasado cuatro minutos. Luego, empezó a bailar, ella sola. “Es para ti”, me dijo. Yo la miraba. mientras calculaba en qué parte del trayecto estaría el marido, llevando su mortífera Smith & Wesson calibre 38. Y ella bailó y bailó.

Bailó las obras completas de Chet Baker, porque pasaron tres cuartos de hora sin que el marido regresara, ni ella se cansara, ni yo me atreviera a hacer nada. A los tres cuartos de hora decidí que el marido, con o sin Smith & Wesson, no me asustaba riada. Me levanté de mi asiento, me acerqué a ella que seguía bailando como poseída y, con una fuerza completamente desacostumbrada en mí, la levanté en vilo y la arrojé sobre el couch. Eso le en­cantó. Me lancé sobre ella como un tigre y mientras nos besarnos apasionadamente, busqué el cierre cíe sus pantalones verdes y cuando lo encontré, tiré de él... y ¡mierda!, ¡que no se abre! Y no se abrió nunca. Estuvimos forcejando, primero yo, después ella y por fin los dos, y antes regresó el marido que nosotros pudiéramos abrir el cierre. Estábamos ja­deantes y sudorosos, pero vestidos y no tuvimos que dar ninguna explicación.

Hubiera podido, quizá, tegresar al día siguiente a terminar lo empezado, o al siguiente del siguiente o cualquiera de los mil y tantos que han pasado desde entonces. Pero, por una razón u otra nunca lo hice. No he vuelto a verla. Ahora, sólo me queda la foto que tengo en el cajón de rni escritorio, y el pensamiento de que las mujeres que no he tenido (como ocurre a todos los grandes seductores de la his­toria), son más numerosas que las arenas del mar.
 

Jorge Ibargüengoitia
La Ley de Herodes y otros cuentos

Tomado de: Literatura.us
Una sola mirada, diferentes visiones.

miércoles, 27 de enero de 2010

La ley de Herodes...



Sarita me sacó del fango, porque antes de conocerla el porvenir de la Humanidad me tenía sin cuidado. Ella me mostró el camino del espíritu, me hizo enten­der que todos los hombres somos iguales, que el único ideal digno es la lucha de clases y la victoria del pro­letariado; me hizo leer a Marx, a Engels y a Carlos Fuentes, ¿y todo para qué? Para destruirme después con su indiscreción.

Jorge Ibargüengoitia
La Ley de Herodes y otros cuentos


Una sola mirada, diferentes visiones.

Acuerdo Comercial Anti-Falsificación (ACTA)

Resulta que la Séptima Ronda de negociaciones del Acuerdo Comercial Anti-falsificación (ACTA) se esta llevando a cavo en Guadalajara, del 26 al 28 de enero. Estas reuniones, que comenzaron en junio del 2008 en Génova, han sido cerradas al público y los borradores de los acuerdos tomados en ellas no se publicaban, no fue hasta el 22 de mayo del 2008 que un documento fue filtrado a Wikileaks, y finalmente el pasado 20 de enero del presente año el documento esta disponible a través de la Secretaria de Economía.

Citando a wikipedia, el Anti-Counterfeiting Trade Agreement (ACTA) es una propuesta para un acuerdo comercial plurilateral, según sus promotores, en respuesta al "incremento de los bienes falsificados y obras protegidas por copyright pirateadas en el mercado global". El ámbito de ACTA es amplio, incluyendo la falsificación de bienes físicos, así como la "distribución en Internet y las tecnologías de la información".

Lo que causó mi preocupación (recordando las Hadopi francesas; la LES, la LISI, y la SGAE(esta última todo un caso, mejor ni poner enlaces...) de España, o las exorbitantes multas que no huelen mas que a FUD), fueron los siguientes puntos que resaltan en la página del CEJ:

- Permitir a los proveedores de servicios de Internet (ISP por sus siglas en inglés) monitorear a sus usuarios y suspenderles los servicios de Internet, si se presume que comparten materiales protegidos por derechos de autor;

- Establecer medidas de “respuesta graduada” y fincar responsabilidad al proveedor de los servicios de Internet (ISP) en cuestión, lo que implica la operación de filtros en Internet, así como limitar la interoperabilidad de las obras digitales legalmente adquiridas;

- Autorizar a los guardias de seguridad en las fronteras a revisar laptops y reproductores de MP3, e incautarlos en el caso de que contengan material que aparentemente infrinja los derechos de autor;

- Introducir nuevas sanciones e infracciones de derechos de autor, incluyendo algunos usos del servicio de Internet que anteriormente no eran penalizados.

Estas medidas amenazan con violar la privacidad de las personas, de hacer que tu ISP un continuo vigilante, de darle derecho a suspenderte el servicio por el cuál has pagado. Qué decir de esas medidas fronterizas, que por la corrupción existente en nuestro país, podría generar simplemente robos, o limitar la libertad de expresión de las personas que crucen la frontera.


No se trata de manifestarse contra el derecho de autor. La experiencia en esta materia proveniente de otras partes del mundo, ha hecho constancia de que estas leyes no buscan en si defenderlos, sino de hacer más fuerte legalmente a grandes empresas, que siguen queriendo ganar dinero con medios análogos en un mundo digital. Todo esto a costa de los verdaderos creativos, que al final salen con la menor parte.

lunes, 25 de enero de 2010

Zepeda, el regreso de un ídolo.



Comenzaba el partido. En la delantera de Atlas, Miguel Zepeda entraba a la cancha con cinco años sin encontrarse con el balón al fondo de la red. Después de tener una carrera fructífera y llena de reflectores, el nayarita tenía varios años ya de inactividad, incluso jugaba en una liga amateur conocida como la de los animales, sin duda desesperanzado de volver a las canchas, dónde alguna vez fue considerado seleccionado nacional. Pero hoy no, hoy era su día, hoy después de mucho tiempo tenía que reencontrarse con el gol, hacerlo suyo, llevarlo de la mano, acurrucarlo y abrazarlo, como se abraza al primer amor, como se quiere a un hijo.
Y así fue. Del lado sur del estadio Jalisco, Segundos antes del minuto 18, la gente en el estadio volcó la mira en el jugador, seguramente recordando los momentos gloriosos, seguramente con desconfianza de que Miguel no volviera a retomar su nivel, seguramente pensando en que la fallaría y sería una más del partido.
El balón rodó entre las casacas rojinegras y entonces Edgar Pacheco él joven promesa de Atlas filtró el balón al área rival, para que Zepeda con sus 33 años encima corriera como nunca, con  total confianza a su favor. El tiempo se congeló, los segundos fueron largos. Muchos pensaron que la fallaría, pero no. A pesar de la frustración que se dibujaba en su rostro, Zepeda tiró a matar y anotó. El balón entro a la red, no sólo una sino tres veces. El autor principal fue él, prácticamente se llevó la noche.
 Una victoria vale por dos, cuándo el que triunfa vuelve con toda su gente. 
Shakespeare

Una sola mirada, diferentes visiones.

domingo, 24 de enero de 2010

Respuesta numero 2




Este dia opacado a oscuro
es mucha ausencia, mucha noche, mucho frio,
a este sueño de perfumes de inocencia,
loa alcanzaron unas pasadas copas de demencia

La poesia yace fria y muerta
asesinada en el veneno del hastio
de cantar con mediocres letanias
sobre el altar sin dios, sin nada, y con rocio

La noche me abraza y me cobija,
las sombras se roban mis suspiros
y el viento los arrastra
golpeando con un sistole adormecido
la frigidez acaecida en tu ventana.

Cesar Ricardez
Del: "Breves Explicaciones"/ Compendio de 8 explicaciones a la pregunta de ¿que te pasa? y argumentos para la respuesta "lo de siempre, tu me pasas"


Una sola mirada, diferentes visiones.

martes, 19 de enero de 2010

De situaciones advertidas




Y pasó lo que tenía que suceder. Yo no lo pude evitar. Era algo que se acercaba, que me venía persiguiendo, que me inquietaba y acechaba, aunque yo intentara escapar mil veces de tí. Y la canción volvió a sonar el día de ayer, y entonces me dí cuenta de que los planes salieron como nunca los quise pensar: mal. Pero siempre lo supe desde un principio y aún así preferí el arte de tu engaño, tú terrible seducción.
 Aunque debo decir que el culpable de todo soy yo. La telaraña me atrapó y no me pude mover, quedé paralizado, ni siquiera reaccioné.  Mi mente viró hacia otro lado, se esfumó en la nada. O más bien un Déjá vu  y una canción me lo advirtieron la noche anterior, pues en realidad tu y yo nunca nos pertenecimos.  Y eso fue lo que sentí ayer y hoy la canción vuelve a sonar una y otra vez.


Los Bunkers - No Me Hables De Sufrir  

Una sola mirada, diferentes visiones.

lunes, 18 de enero de 2010

El glamour desde afuera



No asistimos en estas tierras a la infancia salvaje del capitalismo, sino a su cruenta decrepitud. El subdesarrollo no es una etapa del desarrollo. Es su consecuencia. El subdesarrollo de América Latina proviene del desarrollo ajeno y continúa alimentándolo. Impotente por su función de servidumbre internacional, moribundo desde que nació, el sistema tiene pies de barro. Se postula a sí mismo como destino y quisiera confundirse con la eternidad. Toda memoria es subversiva, porque es diferente, y también todo proyecto de futuro. Se obliga al zombi a comer sin sal: la sal, peligrosa, podría despertarlo. El sistema encuentra su paradigma en la inmutable sociedad de las hormigas. Por eso se lleva mal con la historia de los hombres, por lo mucho que cambia. Y porque en la historia de los hombres cada acto de destrucción encuentra su respuesta, tarde o temprano, en un acto de creación.

Eduardo Galeano
Calella, Barcelona, abril de 1978.

Una sola mirada, diferentes visiones.

viernes, 15 de enero de 2010

Haití: La maldición blanca




El primer día de este año, la libertad cumplió dos siglos de vida en el mundo. Nadie se enteró, o casi nadie. Pocos días después, el país del cumpleaños, Haití, pasó a ocupar algún espacio en los medios de comunicación; pero no por el aniversario de la libertad universal, sino porque se desató allí un baño de sangre que acabó volteando al presidente Aristide. Haití fue el primer país donde se abolió la esclavitud. Sin embargo, las enciclopedias más difundidas y casi todos los textos de educación atribuyen a Inglaterra ese histórico honor. Es verdad que un buen día cambió de opinión el imperio que había sido campeón mundial del tráfico negrero; pero la abolición británica ocurrió en 1807, tres años después de la revolución haitiana, y resultó tan poco convincente que en 1832 Inglaterra tuvo que volver a prohibir la esclavitud.

Nada tiene de nuevo el ninguneo de Haití. Desde hace dos siglos, sufre desprecio y castigo. Thomas Jefferson, prócer de la libertad y propietario de esclavos, advertía que de Haití provenía el mal ejemplo; y decía que había que “confinar la peste en esa isla”. Su país lo escuchó. Los Estados Unidos demoraron sesenta años en otorgar reconocimiento diplomático a la más libre de las naciones. Mientras tanto, en Brasil, se llamaba haitianismo al desorden y a la violencia. Los dueños de los brazos negros se salvaron del haitianismo hasta 1888. Ese año, el Brasil abolió la esclavitud. Fue el último país en el mundo.

Haití ha vuelto a ser un país invisible, hasta la próxima carnicería. Mientras estuvo en las pantallas y en las páginas, a principios de este año, los medios trasmitieron confusión y violencia y confirmaron que los haitianos han nacido para hacer bien el mal y para hacer mal el bien.

Desde la revolución para acá, Haití sólo ha sido capaz de ofrecer tragedias. Era una colonia próspera y feliz y ahora es la nación más pobre del hemisferio occidental. Las revoluciones, concluyeron algunos especialistas, conducen al abismo. Y algunos dijeron, y otros sugirieron, que la tendencia haitiana al fratricidio proviene de la salvaje herencia que viene del Africa. El mandato de los ancestros. La maldición negra, que empuja al crimen y al caos. De la maldición blanca, no se habló.

La Revolución Francesa había eliminado la esclavitud, pero Napoleón la había resucitado: –¿Cuál ha sido el régimen más próspero para las colonias? –El anterior. –Pues, que se restablezca. Y, para reimplantar la esclavitud en Haití, envió más de cincuenta naves llenas de soldados. Los negros alzados vencieron a Francia y conquistaron la independencia nacional y la liberación de los esclavos. En 1804, heredaron una tierra arrasada por las devastadoras plantaciones de caña de azúcar y un país quemado por la guerra feroz. Y heredaron “la deuda francesa”. Francia cobró cara la humillación infligida a Napoleón Bonaparte. A poco de nacer, Haití tuvo que comprometerse a pagar una indemnización gigantesca, por el daño que había hecho liberándose. Esa expiación del pecado de la libertad le costó 150 millones de francos oro. El nuevo país nació estrangulado por esa soga atada al pescuezo: una fortuna que actualmente equivaldría a 21,700 millones de dólares o a 44 presupuestos totales del Haití de nuestros días. Mucho más de un siglo llevó el pago de la deuda, que los intereses de usura iban multiplicando. En 1938 se cumplió, por fin, la redención final. Para entonces, ya Haití pertenecía a los bancos de los Estados Unidos.

A cambio de ese dineral, Francia reconoció oficialmente a la nueva nación. Ningún otro país la reconoció. Haití había nacido condenada a la soledad.

Tampoco Simón Bolívar la reconoció, aunque le debía todo. Barcos, armas y soldados le había dado Haití en 1816, cuando Bolívar llegó a la isla, derrotado, y pidió amparo y ayuda. Todo le dio Haití, con la sola condición de que liberara a los esclavos, una idea que hasta entonces no se le había ocurrido. Después, el prócer triunfó en su guerra de independencia y expresó su gratitud enviando a Port-au-Prince una espada de regalo. De reconocimiento, ni hablar.

En realidad, las colonias españolas que habían pasado a ser países independientes seguían teniendo esclavos, aunque algunas tuvieran, además, leyes que lo prohibían. Bolívar dictó la suya en 1821, pero la realidad no se dio por enterada. Treinta años después, en 1851, Colombia abolió la esclavitud; y Venezuela en 1854.

En 1915, los marines desembarcaron en Haití. Se quedaron diecinueve años. Lo primero que hicieron fue ocupar la aduana y la oficina de recaudación de impuestos. El ejército de ocupación retuvo el salario del presidente haitiano hasta que se resignó a firmar la liquidación del Banco de la Nación, que se convirtió en sucursal del Citibank de Nueva York. El presidente y todos los demás negros tenían la entrada prohibida en los hoteles, restoranes y clubes exclusivos del poder extranjero. Los ocupantes no se atrevieron a restablecer la esclavitud, pero impusieron el trabajo forzado para las obras públicas. Y mataron mucho. No fue fácil apagar los fuegos de la resistencia. El jefe guerrillero, Charlemagne Péralte, clavado en cruz contra una puerta, fue exhibido, para escarmiento, en la plaza pública.

La misión civilizadora concluyó en 1934. Los ocupantes se retiraron dejando en su lugar una Guardia Nacional, fabricada por ellos, para exterminar cualquier posible asomo de democracia. Lo mismo hicieron en Nicaragua y en la República Dominicana. Algún tiempo después, Duvalier fue el equivalente haitiano de Somoza y de Trujillo.

Y así, de dictadura en dictadura, de promesa en traición, se fueron sumando las desventuras y los años.

Aristide, el cura rebelde, llegó a la presidencia en 1991. Duró pocos meses. El gobierno de los Estados Unidos ayudó a derribarlo, se lo llevó, lo sometió a tratamiento y una vez reciclado lo devolvió, en brazos de los marines, a la presidencia. Y otra vez ayudó a derribarlo, en este año 2004, y otra vez hubo matanza. Y otra vez volvieron los marines, que siempre regresan, como la gripe.

Pero los expertos internacionales son mucho más devastadores que las tropas invasoras. País sumiso a las órdenes del Banco Mundial y del Fondo Monetario, Haití había obedecido sus instrucciones sin chistar. Le pagaron negándole el pan y la sal. Le congelaron los créditos, a pesar de que había desman telado el Estado y había liquidado todos los aranceles y subsidios que protegían la producción nacional. Los campesinos cultivadores de arroz, que eran la mayoría, se convirtieron en mendigos o balseros. Muchos han ido y siguen yendo a parar a las profundidades del mar Caribe, pero esos náufragos no son cubanos y raras veces aparecen en los diarios.

Ahora Haití importa todo su arroz desde los Estados Unidos, donde los expertos internacionales, que son gente bastante distraída, se han olvidado de prohibir los aranceles y subsidios que protegen la producción nacional.

En la frontera donde termina la República Dominicana y empieza Haití, hay un gran cartel que advierte: El mal paso. Al otro lado, está el infierno negro. Sangre y hambre, miseria, pestes. En ese infierno tan temido, todos son escultores. Los haitianos tienen la costumbre de recoger latas y fierros viejos y con antigua maestría, recortando y martillando, sus manos crean maravillas que se ofrecen en los mercados populares. Haití es un país arrojado al basural, por eterno castigo de su dignidad. Allí yace, como si fuera chatarra. Espera las manos de su gente.








Eduardo Galeano
La Jornada
04/04/2004



Una sola mirada, diferentes visiones.

miércoles, 13 de enero de 2010

Interrupciones e irrupciones



10) Casavieja me cuenta películas. Entiende que una reclusión férrea priva a un ciudadano del siglo XX de su más importante aproximación a la realidad, la sala oscura y sus magias. (...) Sabe que me gustan las novelas de Hammett, y por tanto me narró la versión cinematográfica de La llave de cristal, y sobretodo Me casé con una bruja. Incluso me ha traído una postal de propaganda de la Lake. Insiste en que ese corte de pelo, esa media mirada, dónde hay una potente insinuación del eros, la hará ser mujer de los cuarenta.

La miro atentamente. Casavieja espera que me enamore de ella, que caiga perdidamente enamorado de las sugerencias de un retrato. Cree inducirme amores para liberarme de pecados, pero soy un profugo de los sueños manufacturados, vivo en sueño propio, no necesito el sueño ajeno, tengo mis propias pesadillas en materia de mujeres. Me gusta sin embargo el pelo caído, descuidada y al mismo tiempo organizadamente sobre el rostro. No es una mirada de bruja.

Casavieja no sabe que conocí a esta muchacha cuándo aún se llamaba Constance Frances Marie Uckleman y era una chica de Brooklyn que apreciaba a los abogados mexicanos. Lectora de Mark Twain y amante de los batidos de fresa y los paseos al borde del Hudson. Una bruja blanca de Hollywood, una bruja negra. Ambas peinadas igual, mis obsesiones se están repitiendo.

Retornamos como sombras
Paco Ignacio Taibo II

Una sola mirada, diferentes visiones.

Desilusas visiones de uno mismo



Fermín Valencia Taivo, llamado por todos el poeta (incluso por sí mismo), aunque no hubiera publicado jamás un poema, repadó su vida en la incierta luz del atardecer. Era mucho mejor repasarla uno, que se la repasaran otros. Para revisar la vida no hay como uno mismo, debería decir una canción que algún día habría de componer y hacerlo famoso, darle muchísimo dinero al ser interpretada por Negrete y tener una versión en inglés de Cole Porter, el hombre que había escrito la mejor canción del mundo: Begin the beguine, volver a empezar. El lema sagrado del poeta.

Retornamos como sombras
Paco Ignacio Taibo II

Cole Porter - Begin the Beguine
Una sola mirada, diferentes visiones.

martes, 12 de enero de 2010

Autoretrato



 Poco a poco se acerca el  momento de la recapitulación, el momento de los recuerdos, de saber lo que soy y lo que podré ser. Y es que en estos momentos cercanos a otro año más de vida, uno se pone meláncolico, se mira al espejo y se hace miles de preguntas.

Una sola mirada, diferentes visiones.

Carlos Bolado mostrará en cine su visión del 68


El cineasta mexicano Carlos Bolado quiere estrenar Tlatelolco en el mes de octubre. EL UNIVERSAL

 El Universal


 Con una historia de amor, Carlos Bolado mostrará en una película qué ocurrió en los meses previos a la tragedia de Tlatelolco en 1968, para que la gente sepa por qué pasó lo que pasó en esa época.


Dice Carlos, el mismo director de Bajo California, el límite del tiempo, que de no haber sido cineasta, su nombre figuraría entre los historiadores. Es de las personas que le encanta hablar de lo que pasó en el país, en el mundo, y del futuro de éste.

Hace seis años preparaba el proyecto Amapola, sobre el desarrollo del narco en México, que finalmente no se concretó. Luego su documental Promises, acerca de los niños palestinos, logró una nominación al premio Oscar. En 2009 estuvo al frente de Entre líneas, serie para Once TV y de próximo estreno, cuya primera fase habla, entre otras cosas, de la violencia que genera la droga.

En diciembre pasado comenzó el rodaje de Tlatelolco, protagonizada por Cassandra Ciangherotti y Christian Vázquez, en la que abarcará los meses previos a la masacre en la Plaza de las Tres Culturas y el inicio de los Juegos Olímpicos de 1968. Ya filmó en las instalaciones de Ciudad Universitaria (UNAM) y la próxima semana recreará una marcha en Paseo Reforma. Aún falta más de un mes para concluir este filme cuyo estreno podría darse en octubre.

“Se trata de una historia de amor enclavada en todo este movimiento estudiantil”, cuenta el veracruzano.
“Ya existe Rojo Amanecer de Jorge Fons, donde se habla de lo que ocurrió el 2 de octubre de 1968, ahora es importante saber más del contexto previo. Muchos mexicanos no saben exactamente qué pasó, sólo que hubo una masacre o algo así, y no saben lo demás. Aquí hablamos desde julio (de ese año), cuando se da el conflicto entre estudiantes y nuestros personajes no saben en qué va a desembocar”, agrega Bolado.

Tlatelolco es producida por Corazón Films, con apoyo de la UNAM, que prestará su archivo fílmico para ser incluido en la trama.
En el elenco figuran Roberto Sosa, Gustavo Díaz Ordaz y Ricardo Kleinbaum, en el papel del entonces Secretario de Gobernación Luis Echeverría Álvarez. También se encuentran, entre otros, Álex Perea, Teresa Ruiz, César Ramos y Armando Hernández.

—¿Hay el riesgo de que caiga en una historia romántica dejando de lado lo que pasó ese año?
—Es el reto y estoy dispuesto a tomarlo. A mí me inspiró el libro de Paco Ignacio Taibo II, sobre el 68, en donde habla de las cosas lúdicas. Un tiempo antes de la gran matanza en la que hubo mucho descontrol, liberación sexual, rebeldía que llegaba con The Beatles. No había internet ni chats, entonces lo que se pensaba se decía y punto. También se dieron historias románticas, seguramente, y en eso no voy a estar mintiendo. Lo que me interesa es ver cómo las historias individuales son afectadas por las universales, cómo se relacionan.

—¿Cómo armar ese 1968?
—Cuando hablé de la idea de hacer la película, primero quise hacer un documental para Once TV (que se transmitió). Leí todos los libros posibles, entrevisté a más de 60 personas que estuvieron en el movimiento estudiantil, hice una investigación hemerográfica. ¡Llevo un año y medio trabajando en esto! Luego las cosas salen de manera natural. A un taxista le pregunto dónde estuvo ese día; en una cena me encontré a un hombre que fue a la escuela con los hijos de Díaz Ordaz, y que iba a Los Pinos. De pronto tenía anuarios, fotos, mucho material que jamás me imaginé tener. Ya con eso te vas haciendo la historia a base de retacitos, vas atando cabos.

—¿Habrá momentos históricos que se recrearán tal cual?
—Es importante decir que esta película es difícil de hacer porque es de época, la ciudad se sobrepobló, hubo más seguridad, se levantaron cercas, la arquitectura se transformó y ya es difícil de reproducir ese año. Con Andrés León Becker y Jaime Reinoso (directores de fotografía) decíamos que dónde íbamos a poner tantos autos de hoy que hay en la calle, es imposible. Así que vamos a filmar algunas cosas y en otras nos vamos a apoyar con material de la Filmoteca de la UNAM, para mezclar ese con el de ficción. No voy a poder tener a 150 mil personas en Reforma, así que vamos a hacer eso. Habrá algo de CGI (efectos por computadora), pero mínimo.

—¿Después de las críticas de “Sólo Dios sabe”, tu anterior filme, pensaste que sería difícil volver a dirigir?
—Siempre tu mejor película es la anterior. A la gente le gustó Sólo Dios sabe, hubo a otros que no, pero ni la vieron. De momento llega la duda, pero después de ella estuve en Estados Unidos planeando dos películas que no se hicieron, luego vine a hacer Erótica (con otros realizadores) y ahora ésta, que esperamos se estrene en octubre para que no se olvide.



Una sola mirada, diferentes visiones.

lunes, 11 de enero de 2010

Mi gin tonic de hoy


 Me resisto a creer que todo se fue por la borda. Y por eso no te lo digo, me quedo callado y cuando te veo prefiero olvidarme de eso. Pero realmente siempre quisé algo más que lo que somos los dos. Ahora será mejor no tratar de explicar los sentimientos, las sonrisas, los lamentos. Yo siempre estuve dispuesto a olvidar el pasado e iniciar una nueva historia que no creo sucederá. será mejor quedarme callado y dejarme llevar por la ola del tiempo, esperando que el olvido no se cruce en el camino.

Hay días para quedarse a mirar,
hay días en que hay poco para ver,
hay días sospechosamente Light,
hay un deseo que pido siempre que pasa un tren. 


Mi Gin tonic 
Andrés Calamaro

Andres Calamaro - Mi Gin Tonic Una sola mirada, diferentes visiones.

Extrañezas



Voy caminando a la deriva de tu corazón. Hace ya tiempo que no nos vémos y lo único que me queda es preguntar por tí. Saber que has hecho en los últimos días. Leerte por un medio tan frio como el hielo, mandarte besos que no saben más que a electricidad.

Una sola mirada, diferentes visiones.

viernes, 8 de enero de 2010

De albums fotográficos


Sueño y sueño, no quiero despegarme del colchón. Los ruidos de la calle me despiertan, pero yo, me resisto, no quiero abrir los ojos. Vuelvo a reconstruir el sueño ,  mi elemento principal, que eres tú, se esfuma, se va perdiendo y no termino de reconocerte. Se van perdiendo tus rasgos y mi mente reconstruye a alguién ideal. El tiempo ha querido siempre que me olvide de tí, pero yo no quiero hacerlo, te tengo plasmada en mis fotografías, en mis sueños, en ese album fotográfico, llamado mente.

Una sola mirada, diferentes visiones.

lunes, 4 de enero de 2010

América Latina está exorcizando la cultura de la impotencia: Eduardo Galeano



                         Galeano. - MARTA JARA

Escritor e intelectual uruguayo. Elogia un redescubrimiento latinoamericano que busca recuperar la dignidad y la diversidad


ANA DELICADO - Buenos Aires -

Público 

El escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano se consagró hace casi 40 años con el libro Las venas abiertas de América Latina, la obra que el presidente venezolano, Hugo Chávez, escogió para regalarle a su homólogo estadounidense, Barack Obama. Pero la fascinación que Galeano despierta perdura hasta hoy. Un testimonio cotidiano de esa admiración: durante la entrevista, que se realiza en un café de Buenos Aires, un hombre se acercó con discreción con su hija y se sentó en una mesa cercana para poder escucharle. Su último libro, Espejos, habla de un mundo contradictorio que tiene miedo de mirarse, y de reconocerse.
«El descubrimiento de América fue un encubrimiento de una realidad diversa»

¿Cómo define América Latina?
Es una tierra de encuentros de muchas diversidades: de cultura, religiones, tradiciones, y también de miedos e impotencia. Somos diversos en la esperanza y en la desesperación.

¿Cómo incide esa variedad en el presente?
«Una triste herencia del estalinismo es el criterio de que la unidad es la unanimidad»
En estos últimos años hay un proceso de renacimiento latinoamericano en el que estas tierras del mundo comienzan a descubrirse a sí mismas en toda su diversidad. El llamado descubrimiento de América fue, en realidad, un encubrimiento de la realidad diversa. Este es el arcoiris terrestre, que ha sido mutilado por unos cuantos siglos de racismo, de machismo y de militarismo. Nos han dejado ciegos de nosotros mismos. Es necesario recuperar la diversidad para celebrar el hecho de que somos más que lo que nos dijeron que somos.

¿Esa diversidad puede ser un impedimento para la integración?
Creo que no. Toda unidad fundada en la unanimidad es una falsa unidad que no tiene destino. La única unidad digna de fe es la unidad que existe en la diversidad y en la contradicción de sus partes. Hay una triste herencia del estalinismo y eso que llamaron socialismo real a lo largo del siglo XX que ha traicionado la esperanza de millones de personas justamente porque impuso ese criterio, el de que la unidad es la unanimidad. Se confundió así la política con la religión. Se aplicaron criterios que eran habituales en los tiempos de la Santa Inquisición, cuando toda divergencia era una herejía digna de castigo. Eso es una negación de la vida. Es una suerte de ceguera que te impide moverte porque el motor de la historia humana es la contradicción.
«Obama está pecando contra la esperanza que él mismo despertó, en su país y en el mundo»

¿La diversidad puede establecer caminos de vida irreconciliables?
No siempre. En cualquier caso, no hay que tenerle miedo a la verdad de la vida. Hay que celebrarla, porque lo mejor que tiene la vida es su diversidad. El sistema que domina el planeta nos propone una opción muy clara. Hay que elegir, a ver si querés morirte de hambre o de aburrimiento. Yo no me quiero morir de ninguna de las dos. El sistema dominante de hoy nos impone una verdad única, una única voz, la dictadura del pensamiento único que niega la diversidad de la vida y que por lo tanto la encoge, la reduce a la casi nada. Lo mejor que el mundo tiene está en la cantidad de mundos que él alberga, y eso vale a su vez para América Latina. Lo mejor de ella es la cantidad de Américas que contiene.

Hablaba de un redescubrimiento latinomericano. ¿Un ejemplo?
«Los países dominantes tienen un complejo de superioridad y dan lecciones de democracia»
Bolivia, con Evo Morales, ha redescubierto su diversidad con mucha dignidad y con el orgullo de decir: "Somos diversos, y somos indígenas. Pero no sólo indígenas. Somos diversos". Claro que Bolivia es un país como Paraguay, y hasta cierto punto Uruguay, sometido en cierta medida al peso avasallante de los vecinos grandes, y sobre todo de Brasil, que hoy por hoy se opone a que en el Banco del Sur cada país tenga un voto.

¿Cuál es la fuerza de ese proyecto?
El Banco del Sur es la base financiera de la unidad latinoamericana, un proyecto de Chávez, por cierto. Nace como una respuesta a la dictadura financiera del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, en donde no rige el sistema de "un país, un voto". Los votos dependen del capital invertido: tanto dinero, tantos votos, de modo que el Fondo está dirigido por cinco países, y el Banco por ocho, aunque uno se llame Mundial y el otro Internacional.
«Venezuela, Ecuador y Bolivia buscan dejar de mirarse con los ojos de los que los desprecian»

¿Se puede recuperar un funcionamiento democrático?
Es muy difícil, por la sencilla razón de que la democracia ha sido más formal que real en los procesos históricos latinoamericanos; y en las democracias, para que lo sean de verdad, no tienen que regir relaciones verticales o jerárquicas, donde hay un mandón y un mandado. Tienen que ser horizontales, solidarias, entre iguales capaces de respetarse y reconocerse, porque la verdad es que no nos conocemos. Tenemos que conocernos para empezar a reconocernos, para saber todo lo que podemos aprender del otro. Desde la conquista española hemos sido entrenados por imperios sucesivos para la ignorancia mutua, para el divorcio y el odio mutuo. La especialidad latinoamericana es la guerra de vecinos.

Brasil puede argumentar que, puesto que es más grande, debe tener más voz.
«El miedo de vivir de recordar, de ser, de cambiar es peor que el miedo de morir»
Eso parte de la base de que la grandeza coincide con lo grandote. Mi experiencia me enseñado que la grandeza no habita lo grandote. Está escondida en la gente anónima, en el día a día que parece insignificante e indigno de atención. Lo grandote suele ser muy mezquino y de alma chiquita. No quiero decir que Brasil tenga alma chiquita, pero no hay que confundir dónde está la grandeza brasileña, que reside en alguna de sus gentes peor tratadas.

¿Héroes anónimos?
En una charla me preguntaron cuál era mi héroe preferido. Yo dije: "El día que me iba al aeropuerto para iniciar este viaje tomé un taxi, y estuve conversando con el conductor. El taxista trabajaba en el taxi entre 10 y 12 horas, pero después tenía otro empleo. Dormía entre tres y cuatro horas por día para dar de comer a sus hijos. Para él no existían los domingos, ni se acordaba de qué eran". Ese es mi héroe preferido.

Decía antes que el motor de la historia humana es la contradicción. ¿Cree que hay contradicciones dañinas?
No tiene por qué ser así. Toda contradicción es una señal de movimiento. Lo que sí hay son injusticias objetivamente dañinas. En América Latina, el abismo que separa a los que tienen de los que necesitan, a la minoría dominante de la mayoría dominada, es cada vez mayor. Esta es una región desigual en un mundo cada vez más injusto, donde los hambrientos superan los 1.000 millones de personas.

¿Observa hoy día un cambio significativo en América Latina?
Sí. Está ocurriendo algo muy lindo, que es una suerte de exorcismo colectivo de los viejos demonios. Y de algunos nuevos también. Uno de los que dejó la herencia colonial fue la cultura de la impotencia, que te mete la idea en la cabeza de que "no se puede". Y eso vale para los países pobres y para los ricos. Porque Venezuela es un país objetivamente rico, tiene petróleo, pero tiene metido adentro ese concepto de la impotencia contra el que ahora se intenta luchar. Es difícil, porque la cultura del petróleo te entrena para comprar y no para crear.

¿Qué quiere decir?
Te entrenan con la idea de que no hay que tomarse el trabajo de crear las cosas si se las puede consumir comprando. Es la cultura de consumo, no de creación. Nace de la cultura de la impotencia, que es la peor de las herencias coloniales. Te enseña a no pensar con tu cabeza, a no sentir con tu propio corazón, y a no moverte con tus propias piernas. Te entrena para andar en silla de ruedas, para repetir ideas ajenas y para experimentar emociones que no son las tuyas.

¿Son diferentes las izquierdas de América Latina?
Hay de todo, por suerte, justamente porque somos diversos. Por eso es muy injusto generalizar, sobre todo cuando la generalización proviene de miradas ajenas, que miran juzgándote, y juzgándote te condenan. Hay un complejo de superioridad que tienen los países dominantes en el mundo, que se sienten en condiciones de obligar a los demás a rendir exámenes de la democracia, que son los grandes maestros para decidir quién es demócrata y quién no, qué procesos están bien y cuáles están mal. Y cuando esos profesores de democracia vienen a juzgarnos, a mirarnos desde afuera y a condenarnos de antemano, están ejerciendo un derecho de propiedad que es uno de los derechos más repugnantes de todos.

¿Qué diferencia hay entre los presidentes de Venezuela, Ecuador y Bolivia?
Muchas, porque son expresiones de tres países diferentes. La lista de diferencias es interminable. Pero no es tan interminable la lista de las coincidencias de países que están buscando caminos de liberación después de siglos de opresión y de negación de sí mismos. Son experiencias diferentes de tres países que deciden dejar de escupirse al espejo, dejar de odiar su propia imagen, dejarse de mirar con los ojos de los que los desprecian.

¿Qué papel cumple Brasil en esto?
Uno muy importante, pero el problema es la tentación de una palabra abominable: el liderazgo. Todos los países se atribuyen la intención de ejercerlo y esto genera relaciones contaminadas por el orden jerárquico que niega la igualdad de derechos. Yo no quiero que nadie sea mi líder. No quiero mandar ni ser mandado. No nací para obedecer. Nací para ejercer mi libertad de conciencia. No puedo aceptar la idea de que entre las personas o entre los países haya conductores o conducidos. Hay que ir hacia una sociedad de veras libre.


¿Qué opina de la reelección presidencial?
No me gusta mucho, porque implica cierto apego al poder y eso no es aconsejable en ningún ámbito. El poder en sí, aunque sea un poderito, envenena bastante el alma. Sé que hay que ejercerlo, pero sabiendo que es peligroso. El poder genera monarquías, poderes absolutos, voces que sólo escuchan sus propios ecos incapaces de escuchar otras voces.

¿De dónde procede ese intento de perpetuarse en el liderazgo?
En Europa esto lo atribuyen a la herencia del caudillismo en América Latina, al subdesarrollo, a la ignorancia, a nuestra tendencia al populismo y a la demagogia. Pero hay que asomarse a la historia de los países dominantes para ver hasta qué punto ellos han estado sometidos a la voluntad, por ejemplo, de un tipo complemente loco como Hitler. Es inverosímil: en el país más culto de Europa, millones de personas lo aclamaban. Y los líderes de ahora, ¿qué tienen que venir a enseñarnos? Uruguay tiene una democracia más antigua que la mayoría de los países europeos. Y en materia de derechos humanos, conquistó antes que Estados Unidos y que muchos países europeos la jornada laboral de ocho horas, el derecho al divorcio, y la educación gratuita y obligatoria.

¿Por qué no hay apenas relación entre América Latina y África?
Es un escándalo. Eso proviene del sistema educativo y de los medios de la comunicación. En la mayoría de países de América Latina hay una influencia africana enorme: en la cocina, el deporte, el lenguaje, el arte. Y sin embargo nosotros, de África, no sabemos nada.

¿Por qué?
Por racismo. Sabemos lo que nuestros amos de siglo en siglo han querido que supiéramos, y de nosotros ignoramos casi todo porque a ellos les convenía. Por ejemplo, no les convenía que supiéramos que aquellos esclavos que llegaron de África cargados como cosas traían sus dioses, sus culturas. De todos modos, el desvínculo con África que nació del racismo y la explotación esclava no es latinoamericano, sino de todas las Américas. Por eso me pareció digna de celebración la elección de Obama, aunque luego lo que ha hecho no me convence demasiado.

¿Qué representa Obama?
Uno de mis maestros, don Carlos Quijano, solía decir: "Todos los pecados tienen redención. Todos menos uno. Es imperdonable pecar contra la esperanza". Con el tiempo aprendí cuánta razón tenía. Lamentablemente, Obama está pecando contra la esperanza que él mismo supo despertar, en su país y en el mundo. Aumentó los gastos de guerra, que ahora devoran la mitad de su presupuesto. ¿Defensa contra quién, en un país invadido por nadie, que ha invadido y sigue invadiendo a casi todos los demás? Y, para colmo, ese chiste de mal gusto de recibir el Nobel de la Paz pronunciando un elogio de la guerra.

¿Cuáles son, en su opinión, los miedos del siglo XXI?
El arte de narrar nació del miedo de morir. Está en Las mil y una noches. Cada noche, Sherezade iba cambiando un cuento por un nuevo día de vida. Pero también creo que el miedo de vivir es peor que el miedo de morir. Y me parece que el asunto, en este mundo y en este tiempo, es ese: el miedo de recordar, el miedo de ser, el miedo de cambiar. O sea: el miedo de vivir.

¿Ve un ejemplo de ese miedo en la Cumbre de Copenhague?
Los asesinos del planeta derraman de vez en cuando alguna lágrima, para que la platea sepa que también tienen su corazoncito. Pero es puro teatro. Bien saben que los modelos de vida de hoy, que ellos imponen, son modelos de muerte. Me pregunto a qué planeta se mudarán estos elegidos del Señor cuando terminen de exprimir la Tierra hasta la última gota.

Una sola mirada, diferentes visiones.

Entrevista a Eduardo Galeano en Argentina



Una entrevista con uno de los mejores escritores del momento: Eduardo Galeano. Uno de los favoritos de los lectores en América Latina, un referente para comprender lo que sucede hoy en el mundo contemporaneo y también para tratar de interpretar nuestra historia, nuestro presente y nuestro futuro.

En este encuentro con la televisión Argentina como canal de por medio, comenta sobre una serie de sucesos que están a la orden del día, entre ellos la crisis global, Obama y distintas historias contadas en su último libro llamado Espejos. Todo esto explicado con una mirada singular, totalmente diferente, basada desde el punto de vista latinoaméricano. Sin lugar a dudas vale la pena dar click en el play del video y disfrutar de una entrevista llena de esperanzas y desencantos, detalles y visiones.

Una sola mirada, diferentes visiones.

domingo, 3 de enero de 2010

"Pacificación" presidencial en América Latina


Foto

Estadunidenses en favor y en contra de Obama se manifiestan en Kailua, Hawai, donde vacacionaFoto Reuters

Noam Chomsky

La Jornada

Barack Obama es el cuarto presidente estadunidense en ganar el Premio Nobel de la Paz y se une a otros dentro de una larga tradición de pacificación que desde siempre ha servido a los intereses estadunidenses.
Los cuatro presidentes dejaron su huella en nuestra pequeña región de allá, que nunca ha molestado a nadie como caracterizó al hemisferio el secretario de Guerra, Henry L. Stimson, en 1945.
Dada la postura del gobierno de Obama hacia las elecciones en Honduras de noviembre último, vale la pena examinar el historial.

Theodore Roosevelt

En su segundo mandato como presidente, Theodore Roosevelt dijo que la expansión de pueblos de sangre blanca o europea durante los pasados cuatro siglos se ha visto amenazada por beneficios duraderos para los pueblos que ya existían en las tierras en que ocurrió dicha expansión (pese a lo que puedan pensar los africanos nativos americanos, filipinos y otros beneficiados puedan creer).
Por lo tanto, era inevitable y en gran medida deseable para la humanidad en general, que el pueblo estadunidense terminara por ser mayoría sobre los mexicanos al conquistar la mitad de México”, además de que estaba fuera de toda discusión esperar que los (texanos) se sometieran a la supremacía de una raza inferior.
Utilizar la diplomacia de los barcos artillados para robarle Panamá a Colombia y construir un canal también fue un regalo para la humanidad.

Woodrow Wilson

Woodrow Wilson es el más honrado de los presidentes galardonados con el Nobel y posiblemente, el peor para América Latina. Su invasión a Haití en 1915 mató a miles, prácticamente reinstauró la esclavitud y dejó a gran parte del país en ruinas.

Para demostrar su amor a la democracia, Wilson ordenó a sus marines desintegrar el Parlamento haitiano a punta de pistola en represalia por no aprobar una legislación progresista que permitía a corporaciones estadunidenses comprar el país caribeño. El problema se remedió cuando los haitianos adoptaron una Constitución dictada por Estados Unidos, redactada bajo las armas de los marines. Se trataba de un esfuerzo que resultaría benéfico para Haití, aseguró el Departamento de Estado a sus cautivos.
Wilson también invadió República Dominicana para garantizar su bienestar. Esta nación y Haití quedaron bajo el mando de violentos guardias civiles. Décadas de tortura, violencia y miseria en ambos países fueron el legado del idealismo wilsoniano, que se convirtió en un principio de la política exterior estadunidense.

Jimmy Carter

Para el presidente Jimmy Carter, los derechos humanos eran el alma de nuestra política exterior. Robert Pastor, asesor de seguridad nacional para temas de América Latina, explicó que había importantes distinciones entre derechos y política: lamentablemente la administración tuvo que respaldar el régimen del dictador nicaragüense Anastasio Somoza, y cuando esto resultó imposible, se mantuvo en el país a una Guardia Nacional entrenada en Estados Unidos, aun después de que se habían perpetrado matanzas contra la población de una brutalidad que las naciones reservan para sus enemigos, según señaló el mismo funcionario, y en que murieron unas 40 mil personas.

Para Pastor, la razón es elemental: Estados Unidos no quería controlar Nicaragua ni ningún otro país de la región, pero tampoco que los acontecimientos se salieran de control. Quería que los nicaragüenses actuaran de forma independiente, excepto cuando esto podía afectar los intereses de Estados Unidos.

Barack Obama

El presidente Barack Obama distanció a Estados Unidos de casi toda América Latina y Europa al aceptar el golpe militar que derrocó a la democracia hondureña en junio pasado.

La asonada reflejó abismales y crecientes divisiones políticas y socioeconómicas, según el New York Times. Para la reducida clase social alta, el presidente hondureño Manuel Zelaya se había convertido en una amenaza para lo que esa clase llama democracia, pero que en realidad es el gobierno de las fuerzas empresariales y políticas más fuertes del país.

Zelaya adoptó medidas tan peligrosas como el incremento del salario mínimo en un país en que 60 por ciento de la población vive en la pobreza. Tenía que irse.

Prácticamente solo, Estados Unidos reconoció las elecciones de noviembre (en las que resultó victorioso Pepe Lobo); las que se celebraron bajo un gobierno militar y que fueron una gran celebración de la democracia, según el embajador de Obama en Honduras, Hugo Llorens.

El apoyo a los comicios también garantiza para Estados Unidos el uso de la base aérea de Palmerola, en territorio hondureño, cuyo valor para el ejército estadunidense se incrementa medida de que está siendo expulsado de la mayor parte de América Latina.

Después de las elecciones, Lewis Anselem, representante de Obama ante la Organización de Estados Americanos, aconsejó a los atrasados latinoamericanos que aceptaran el golpe militar y secundaran a Estados Unidos en el mundo real, no el el mundo del realismo mágico.

Obama abrió brecha al apoyar un golpe militar. El gobierno estadunidense financia al Instituto Internacional Republicano (IRI, por sus siglas en inglés) y al Instituto Nacional Democrático (NDI, por sus siglas en inglés) que, se supone, promueven la democracia.

El IRI regularmente apoya golpes militares para derrocar a gobiernos electos como ocurrió en Venezuela, en 2002, y en Haití, en 2004. El NDI se ha contenido. En Honduras, por primera vez, éste instituto acordó observar las elecciones celebradas bajo un gobierno militar de facto, a diferencia de la OEA y la ONU, que seguían paseándose por el mundo del realismo mágico.

Debido a la estrecha relación entre el Pentágono y el ejército de Honduras, así como la enorme influencia económica estadunidense en el país centroamericano, hubiera sido muy sencillo para Obama unirse a los esfuerzos de latinoamericanos y europeos para defender la democracia en Honduras.
Pero Barack Obama optó por la política tradicional.
En su historia de las relaciones hemisféricas, el académico británico Gordon Connell-Smith escribe: Mientras se habla de dientes para afuera en favor de una democracia representativa para América Latina, Estados Unidos tiene importantes intereses que van justo en la dirección contraria, y que requieren de la democracia como un mero procedimiento, especialmente cuando se celebran elecciones que, con mucha frecuencia, han resultado una farsa.

Una democracia funcional puede responder a las preocupaciones del pueblo, mientras Estados Unidos está más preocupado en coadyuvar las condiciones más favorables para sus inversiones privadas en el extranjero.

Se requiere una gran dosis de lo que a veces se conoce como ignorancia intencional para no ver estos hechos.

Una ceguera así debe ser celosamente guardada si es que se desea que la violencia de Estado siga su curso y cumpla su función. Siempre en favor de la humanidad, como nos recordó Obama otra vez en su discurso al recibir el Premio Nobel.

Traducción: Gabriela Fonseca


Una sola mirada, diferentes visiones.

Dos Hemisferios


 Foto tomada de: Rebelados


Esteban Garaiz
 Público-Milenio

Cuidar nietos (y ser cuidado por ellos) es parte integrante de las funciones asignadas a todo abuelo que se respete, durante las fechas decembrinas, que desde su paganidad tiene un carácter predominantemente hogareño. Pero el planeta tiene dos hemisferios y el mundo sigue rodando. Ya llegó 2010.

Los israelíes siguen proclamando shalom de dientes para afuera y haciendo todo lo necesario para que la paz no llegue a la tierra que a regañadientes comparten con los pilistín desde hace más de tres mil años; y siguen empeñados en carcomer el territorio palestino con sus “asentamientos” ilegales y la criminal opresión de Gaza, que avergonzaría a los mismos nazis.

Afganistán, histórico cementerio de imperios, ha dejado de ser la arena de la confrontación entre Rusia y el mundo anglosajón, para volverse hoy algo mucho más serio y peligroso: el palo en el avispero por la estúpida hostilidad hacia el mundo musulmán emergente. Como todo rebota, el pánico ya inundó los aeropuertos.

En Australia los incendios veraniegos sofocan al país y a sus habitantes. En Cuba continúa el oprobioso bloqueo de medio siglo, condenado sistemáticamente en Naciones Unidas; y Guantánamo sigue ahí, en tierra isleña ocupada militarmente. Las bases militares extraterritoriales siguen consolidándose en Colombia; y amagando a Venezuela, aunque después pongan cara de niños bien portados.

El problema constitucional continúa empantanado en Honduras, aunque nada podrá impedir que continúe el reclamo popular por una nueva constitución que, entre otras cosas, permita la reforma agraria de los latifundios, lastre del viejo régimen colonial español, y donde la consulta popular sea parte natural de la democracia, como en cualquier país civilizado, y no crimen de estado.

En Uruguay, en cambio, la izquierda popular se consolida, puede arribar al poder por la vía electoral y un viejo tupamaro es aclamado como presidente.

En Brasil, el sentido común de un obrero metalúrgico, no doctorado en Chicago ni en Yale, está haciendo crecer el élan vital de esa vigorosa nación. Ha logrado un fecundo consenso nacional. Se recupera gradualmente Petrobrás para el estado y se funda Petrosal, totalmente estatal, para procesar los enormes yacimientos petroleros recientemente descubiertos, a favor del desarrollo interno.

En Bolivia, con el nuevo régimen del Indio, se ha duplicado en 5 años el producto nacional bruto; y la habilidad diplomática francesa ha logrado, sin imposiciones imperiales, un simbiótico arreglo para la extracción y procesamiento del litio del salar de Uyuni, con aportación de tecnología y valor económico agregado a favor del pueblo boliviano.

América del Sur sigue articulándose provechosamente con el oleoducto-gasoducto de norte a sur, desde Maracaibo en Venezuela hasta Tierra de Fuego en Argentina y Chile; y con la gran carretera transversal del Atlántico al Pacífico, conectando de manera simbiótica a Brasil, Bolivia y Chile.

En la República Sudafricana continúan los aprestos futboleros mundiales y el interés de mostrar al mundo el éxito de una difícil convivencia étnica y de clases sociales. (Cualquier semejanza con la realidad es puro paralelismo).

Hablando de apartheid, en la zona metropolitana de Guadalajara continúan creciendo los cotos. Los cotos que son la mayor aberración y perversión de la convivencia urbana, verdaderos tumores cancerosos y la manifestación material de la vergonzosa disparidad social.

Volviendo al futbol, ojalá lograra ser el único canal para la competitividad agresiva del planeta. No es destructivo ni homicida, ni impositivo. Ni desperdicia millones necesarios para paliar el hambre en el mundo.

Aquí, en el sur de América del Norte, el determinismo geográfico de Jaime Serra Puche, que confundió vecindad con destino ineludible, sigue siendo ideología oficial del régimen. Hemos delegado nuestra seguridad alimentaria y nuestra rectoría económica, “sublimándola” a una entidad fáctica fuera de nuestras fronteras nacionales.

Los resultados tienen una expresión numérica inocultable: 1.8 por ciento de crecimiento promedio anual en más de un cuarto de siglo. Lo que es mucho peor: el proceso de integración nacional impulsado por la Revolución Mexicana, no sólo se ha estancado, sino que está retrocediendo: hoy tenemos un número creciente de pobres marginados de la vida nacional y hasta del mercado.

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Una sola mirada, diferentes visiones.

viernes, 1 de enero de 2010

Quién conoce mejor que él a este país.



 La joven María Candelaria se sienta en una banca de la plaza principal. Asiste al mitin de López Obrador porque “quiere conocerlo”. Ella vive en Santa Cruz, un rancho cercano a Quitupan. Está nerviosa: nunca ha visto a un “presidente”. La situación económica, dice, es muy difícil: “no hay dinero”. Cuatro de sus cinco hermanos viven en Estados Unidos, uno de ellos es el esposo de Sandra, su cuñada, quien la acompaña a escuchar a López Obrador. Ella también habita en Santa Cruz, aunque es originaria de San Francisco, otra ranchería de Quitupan. Mencionan que cuando es tiempo de campaña vienen aspirantes a diputados, senadores e incluso a gobernadores. Pero después se olvidan del pueblo: lo desaparecen de su agenda. El esposo de Sandra viene desde Chicago una vez al año a verla: “es doloroso, muy doloroso”.

Jorge Gómez Naredo 
Recorridos que dicen mucho: López Obrador en Jalisco


Una sola mirada, diferentes visiones.

El primero de enero del 2010


El primero de enero, tararí,
será tan gris como un jueves cualquiera,
sin Drácula escalando el Pirulí,
ni marcianos cruzando la frontera.

Más de lo mismo bajo el cielo añil,
Cronos en su fugaz trono vacío,
la anoréxica luna giligil
no exportará vacunas contra el frío.

Llenaré otro galpón municipal
y esperaré el diluvio universal
viendo crecer el bosque por la acera.

El primero de enero (del dos mil)(diez),
aunque siga muriéndome por tí,
me iré con la primera que me quiera.

Joaquin Sabina

Una sola mirada, diferentes visiones.

Audiolibro Recomendado del Mes

Compartimos el Libro: "De la dictadura a la Democracia" del autor Gene Sharp, en su formato audiolibro para nuestros estimados lectores. Un título imprescindible sobre los diferentes métodos que el autor propone para disolver dictaduras por medio de revoluciones pacíficas y acciones no-violentas. (son díez capítulos que se estarán subiendo hasta completar la carpeta):