
A la primera impresión supe que eras mía, que estábamos destinados el uno para el otro, compartimos las mismas expectativas, los mismos gustos, hablábamos de rock y de nuestra lucha insensante por cambiar este país. Sonará un poco extraño pero para mi esa impresión me cautivó y a pesar de conocerte tiempo atrás, cambio mi perspectiva, me di cuenta de que sentía la necesidad de alguien como tú, sin saber que no me demostrabas esa ímpetu que quizás yo intente ver en ti.
Salimos a descubrir el mundo, acompañados burdamente de una lente que no sabia disimular, vaya, que sensación el haber admirado junto a ti, la noche entre los dos. Mi corazón apenas palpitaba y se dejaba llevar por tus ojos pegados a la lente de una cámara, sin dudarlo se entrelazaba ante ti y no oponía ninguna resistencia, puesto que es muy difícil hacerlo ya que simplemente, cautivas...
Cesar Octavio Huerta González
Una sola mirada, diferentes visiones.
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