sábado, 29 de agosto de 2009

Analista



Analista


Rápido, así es como hay que subir a un camión de transporte publico, rápido y siendo astuto, hay que encontrar asiento...donde?, atrás es el mejor lugar para observar a las gentes, mi nombre? No les importa, ya se que algunos están pensando desde el momento en que puse un pie en el camión en quien soy, o que hago, de donde vengo o a donde voy, otros sin embargo van pensando en temas triviales.

Hoy, no vengo con un motivo de destino, vengo con un motivo de observación, descifrar a las gentes, es lo que mas amo, eso y disfrutar de una noche tranquila, mientras observo las estrellas, descifrando mis pensamientos.

Tomo asiento, doy un respiro y mi mirada se clava en las personas, observando sus movimientos, sus platicas, respirando sus miedos y sus aficiones, con una mirada inquisidora si se puede, mano en los bolsillos, las observo en quietud; dentro de mi la historia se va grabando como en un viejo casete, lentamente, tratando de escoger las palabras que mejor describan la acción de este o aquel, planteando hipótesis, y analizando relaciones.

Casi a mi lado, mirando hacia la ventana, ceño fruncido, un joven escucha musica, sus audífonos de clavan en su oído se funden con el, mas adelante hay otro y otro, al menos 5, todos con el mismo peinado básico, enajenados en sus asuntos que consideran demasiado importantes, pantalón de mezclilla, camisas desarregladas no porque de verdad lo están, de hecho así salieron al mercado y jamas serán arregladas, un típico típico de nuestros días.

Hay al menos 5 o 4 jóvenes muchachas, agrupadas en grupos, conversan de a dos, viven de a dos, gritan de a dos, son duplas perfectas, duplas terribles, todas tienen en sus manos algún celular, viejo, nuevo, no importa, todas lo revisan cada tanto, si se pudiera realizar un ajuste temporal, todas los revisarían como reloj suizo cada 2 o 1 minuto, y cada 3 escribirían un desfiladero, una intrincada red de caracteres, porque muchas veces no alcanzan el grado de palabras, para después anotar un numero, o simplemente presionar un numero de veces algún botón, y el ciclo se repite 1 o 2 minutos y al tercero caería el mensaje, robots bien armados.

No faltan las parejas son 2 distinguibles, de las que están bien estereotipadas, tomadas de las mano exhiben al mundo su ternura, su amor, que logran con aquello?, demostrar que están juntos por un tiempo y que al final terminaran como antes, y luego volverán cada quien por su lado, no demuestran nada y da ganas de gritarselos, pero no es ético, dos ancianas murmuran pobre esas parejas exhibicionistas, si alguna vez “esos”-como son llamados por as ancianas- llegaran a notar las injurias que les clavan los años, simplemente dirían “es la modernidad”, vaya modernidad...

El resto de las gentes son gentes normales, tranquilas, pasivas gentes de trabajo, y de las que no me gusta analizar, por una simple razón, los respeto, llevar el pan a la mesa es cada vez mas difícil en estos días.

Vuelvo con el tema de los jóvenes, me fascina ver como ostentan su originalidad, cuando no es mas que una licuefacción de las costumbres gringas, con mal interpretaciones de costumbres antiguas y unas dosis de otros países.

No puedo evitar una sonrisa burlona, cuanto me agrada destruirlos en mi mente, dejarlos al desnudo, dejan en claro sus carencias, y que sus ostentoso no valen nada, no son mas que copias...a veces aquello me lleva a pensar existirá lo original?, entonces me digo a mi mismo a manera de consuelo, que tal vez aquello esta mas en el alma, y no en lo exterior....

El camión se acerca a su destino, en un costado del anden esta un grupo de jóvenes, riendo, burlándose, interesante, me digo, para mi es muy curioso ver como un ser se comporta solo y como en grupo, aquellos dan rienda suelta su comportamiento, actúan como grupo y viven por el grupo, pero si miro a auno y consigo su atención se sentirá aislado del grupo y sin la protección de el mismo, entonces regresara a el.

El camión se ha detenido, manos en los bolsillos, camino observando a las gentes que pasan a mi alrededor, mientras pienso quizás maquiavelicamente, ¿seré el único que disfruto de esto?...


Una sola mirada, diferentes visiones.

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