
Resisto a tu mirada
a tus labios buscando mis labios
a tus manos vestidas de mí
resisto a tus palabras
a la cadencia de tu voz
a las sílabas que pronuncias
como pronunciando
poesía
resisto a tu abrazo
a tu piel sin ropas
a tus ropas sin ti
resisto el discurso de tu sudor
cuando sudas con mi sudor
cuando nos hacemos nosotros
y nos olvidamos de lo que fuimos
tú y yo
separados
resisto casi todo
verdaderamente
¡casi todo!
excepto
(siempre hay un excepto):
no resisto
tu ausencia.
Jorge Gómez Naredo
Una sola mirada, diferentes visiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario