viernes, 25 de septiembre de 2009

Tragedias- Historia 1



6: 33 Y 30 SEGUNDOS AM


Ni siquiera amanecia, los nubarrones negros se estacionaban sobre la melancolica ciudad, y derramaban sus lagrimas presagiando la tormenta dentro de la tormenta, llovia y mucho, como nunca antes, y las gotas de aquellas nubes eran gruesas y cargadas de hollin. Las hojas de los arboles escurrian sus verdes lamentos a traves de las corrientes que se formaban sobre sus hojas.

Nada era especial en el dia, a excepcion de la copiosa lluvia que superaba a la de dias y noches anteriores, la gente caminaba a sus quehaceres y a sus trabajos, caminaba con el paraguas o con el impermeable amarillo rojo y hasta azul debajo de el castigo de las gotas que caian doquier.

Un padre de familia en una casa como cualquier otra de dos pisos y de familia de clase media, observaba impaciente el reloj, quiencon total indiferencia le devolvia una mirada anunciandole las 6:15, el hombre giraba y caminaba en circulos por la sala, en la cocina que estaba un poco mas alla se oian los ruidos agudos de los tenedores, el hombre se impacientaba aun mas y daba mas vueltas, suspiraba y gritaba- Apurense niños o llegaran tarde!- . Pasaban unos segundos y el llamado se repetia aun mas estruondoso y con un toque muy grande de disgusto, el cual iba en aumento, él trabaja en una compañia que a su vez laboraba en los asuntos gubernamentales y tenia 2 hijos: una niña de 9 y un niño de 8 años, el señor de no mas de 30 años portaba un saco y usualmente miraba con atencion su portafolio que se ubicaba en el sillon principal de la habitacion, y seguia dando vueltas.El camino que habrian de recorrer era el de siempre, vuelta a la izquierda a la derecha luego a la izquierda y finalmente alcanzaban la avenida principal para pasar cerca de una escuela de nivel medio-superior y luego de otras vueltas mas llegar a la escuela de los niños, la ultima fase era el trayecto de regreso hasta su trabajo, ubicado tambien en la avenida principal. Era rutinario, no deberia haber errores y era tambien rutinario el retraso.

Juan, un joven de unos 15 o 16 años platicaba con una amiga, ambos se resguardaban de la lluvia debajo de la marquesina de un negocio frente a su escuela, ambos observaban las gotas de llluvia precipitandose en la avenida principal, al otro lado y 4 carriles a cruzar estaba su escuela, el trafico iba en aumento, y ambos se preguntaban si llegarian tarde, seria la primera vez de Clara y quizas la tercera de Juan, ambos se consolaban con la idea de que el reloj los beneficiaria, es decir que los directivos entenderian que la lluvia incesante les habria impedido llegar temprano. Frente a la escuela ya se formaban algunas filas de autos para dejar a los hijos de los conductores en la escuela, por el puente peatonal algunos aventureros estudiantes y otros con paraguas en mano cruzaban rapidamente, ambos conversaban sobre tareas olvidadas, sobre los amigos y sobre lo que harian en esa mañana aburrida como todas las demas y empeorada por la eventual gflojera que produce el hecho de no estar en la cama con tanto fresco y lluvia descargandose desde los tristes cielos.

Don Nicasio, un viejo sin cabellos algunos en la cabeza, viudo de hacia 11 años, solo y con un cacharro, tomaba un cafe en solitario en una mesa sin acompañantes, en una cocina de 2 por 2 metros, con refigerador, estufa y fregadero, se notaba en su rostro el gran descontento que le producia el tener que viajar a otra ciudad a hacerse unos estudios, y aun mayor era su enojo y su rabia siendo esta la clase de mañana que era, ya se encontraba listo para salir en su cacharro, al igual que los otros personajes la fatidica mañana habia decidido que tomase la Avenida Central para salir en direccion a aquella otra ciudad.

Jesus, otro joven salia de su casa, mientras miraba al reloj como para rectificar la hora y que se encontrase en su lugar eran las 6:17 AM, él no tenia en contra de la lluvia, tenia esa clase de optimismo enfermizo que algunas personas contadisimas poseen, creia que todo estaba bien aun cuando fuera el peor de los dias o la peor de las situaciones, tomo su mochila y la chaqueta negra que habioa sobre el sillon de su modesto hogar, su madre aun dormia, sus hermanos tambien. Él tenia un impermeable amarillo de esos que brillan en la oscuridad de las mañanas, pero el Jueves de hacia tres semanas su hermano menor lo habia dejado afuera y habia quedado destrozado por el perro, este hecho aislado se combino con el acabose de las pilas del reloj de su casa, las cuales por su situacion economica habian sustituido hacia 2 meses por pilas de 3 pesos de fabricacion China; dos semanas atras alguien menciono que aquellas pilas no servian y producian un retraso imperceptible de los relojes que las usaran.

Por otro lado si Don Nicasio hubiese acudido a tiempo a su cita de hacia una semana, no tendria que haberse levantado temprano esta mañana. Mientras Don Nicaso repasaba aquello en su memoria encendia su cacharro y se encontraba en rumbo a la Avenida Central, el padre de familia se encontraba sobre la misma avenida y rebasaba para poder ganar tiempo al tiempo, al mismo tiempo la copiosa lluvia disminuia sobre la ciudad como preparando el escenario de aquel dia, el reloj de la escuela de nivel medio-superior marcaba las 6:18 AM, presintiendo aquello y viendo que la lluvia disminuia hasta convertirse en debiles gotas apenas perceptibles Juan y Clara deciden dejar de esperar a Jesus y empezar a subir el puente, pero avanzan muy muy lento como intentando esperara a su compañero; en ese mismo instante Don Nicasio alcanzaba la Avenida Central mientras registraba para encontrar sus lentes bifocales con sus manos torpes y ancianas, sin exito y retornando a la busqueda de a ratos. A las 6:31todo rastro de la lluvia desaparece, las nubes empiezan a dar paso a una tenua luz solar, Jesus se da cuenta de que llega tarde con los primeros rayos del sol asomandose, comienza a correr al observar que ya casi no hay estudiantes en las calles solo esta el, la primera hora de clase es Algebra, algo demasiado complicado como para darse el lujo de perder esa hora ademas, con tres retrasos ya no tiene acceso al examen final; aquel padre de familia cruza el ultimo molestoso semaforo y empieza a correr se alegra cuando ve que no hay tanto trafico frente a la escuela y voltea a ver su reloj de mano, son las 6:32 y 45 segundos, sus dos hijos estan peleando dentro de su camioneta por un problema trivial desde las 6:30, aquel señor empieza a cansarse de aquel pleito y empiezan los gritos, los niños continuan la discusion, para esa hora Juan y Clara ya estan yegando a la puerta de la escuela mientras la prefeta hace un ademan apresurandolos porque esta a punto de cerrar la entrada. Las nubes se disipan aun mas remarcando lo tarde que es para todos los personajes, lo tarde que es en sus relojes, en sus rutinas, y en sus vidas, Jesus llega esta a una cuadra y dan las 6:33, con suerte y convezca a la prefecta de que lo deje entrar, asi que se arriesgara a cruzar la avenida central sin usar el puente peatonal, ignora las 15 muertes previas que se han dado en el lugar, a las 6:33 y 15 segundos Jesus esta frente a la escuela, solo queda cruzar la transitada Avenida, observa la fila de carros encabezada por una camioneta azul que es la del padre de familia, pero ignora el cacharro que va en los carriles de regreso, lo piensa un poco y son las 6:33 con 25 segundos, decide lanzarse, otros retrasados aun cruzan el puente peatonal, en la camioneta azul el padre de familia se distrae para regañar a sus dos hijos, mientras el anciano Don Nicasio supone que aquel joven al otro lado de la acera no se aventara y busca una vez mas sus lentes, parecen encontrarlos pero sele rebalan y se agacha perdiendo el contacto visual de la carretera y dando un tiron al volante. Jesús cruza decidido, los segundos empiezan a alentarse, cuando observa un cacharro que se viene sobre de el, queda paralizado el coche viaja a 80 km/h,mientras el padre de familia regresa su vista a la carretera y la escena que sucede ante sus ojos es como una visión en sueños o mejor dicho en pesadillas, todos pasa muy rápido para reaccionar, frena pero la camioneta viaja a 100 km/h aun cuando el máximo permitido es de 60 km/h, en un trágico segundo, en un momento de tiempo, en un tiempo de nada, sucede todo, el ruido de metal contra metal explota la quietud de esa hora, pájaros que estaban sobre los arboles corren despavoridos, un nokia cae al pavimento son las 6:33 con 29 segundos, el reloj avanza y una gota de sangre opaca su tenue pantalla, le sigue otra y despues otra, el pavimento se ve manchado en pocos segundos por un charco de agua de hollin, aceite y sangre inocente.


Una sola mirada, diferentes visiones.

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