El tiempo transcurre, la gente se mueve, los coches pasan, el tráfico aparece, todo huele a normalidad. Pero no, este país se cae a pedazos y me siento raro, me siento diferente, me siento fuera de todo esto. Y recuerdo, recuerdo que soy parte del sistema, que soy parte de todo esto y no me puedo escapar.
Entonces, a veces las preguntas pasan por mi mente cuando observo a los vagabundos por las calles del centro, los miro y pienso, ¿acaso ellos conocen la verdadera felicidad, la verdadera libertad? Podría ser o no ser, pero eso no me importa, ellos se han atrevido a salir, se han escapado del sistema que impone, que exige, ser parte de un estereotipo a seguir.
Una sola mirada, diferentes visiones.
1 comentario:
Uy que interesante reflexión esto me recuerda alguna vez que un compañero en clase hablaba y decia que todos eramos libres y mi profesor le contestaba que por que libres si representabamos un número de ciudadano, un número de empleado o estudiante, si pagabamos impuestos si vivimos presionados por el tiempo y la globalización. En cambio respondio que quienes eran los verdaderos libres eran los vagabundos quienes no respondian a las exoectativas del sistemas, quienes no depende el dinero para ser felices o sentirse realizados, quienes construyen su propio mundo y reglas.
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