"Yo ya no soy feliz sin ti ese es el problema", dijo ella una vez, con su corazón tendido al sol.
Pocas veces demostró su verdadero sentir así. Prefería guardar silencio, refugiarse en ella misma y explotar las verdades hasta que la crisis emergía de alguna u otra forma.
Extraño la intensidad de esos días. Sin embargo, volvería a vivirlos aún sabiendo que el derrumbe estaba marcado desde el primer momento en que me miró con sus ojos inmensos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario