Imagen By whobbenyou_Flickr |
Eran las 5 de la mañana y ahí seguía Carola, era la gorda, la de las medias de seda, que nunca se iba sino hasta esperar ser corrida del lugar.
Carola era una gorda como lo mencioné antes, que noche tras noche esperaba a su amado en el mismo lugar donde una noche la dejó, él se fue con otra y ella esa noche empezó a sufrir la amnesia temporal; cada noche asistía al mimo sitio, elegía la misma mesa y se tomaba unas medias de seda.
Esta noche Carola ha visualizado a un tipo cerca de su mesa, que la mira con desdén quizás por ser gorda o tal vez la miró aquella noche cuando en el anden del olvido su amante la abandonó por correr a los brazos de una flaca escurrida y sin gracia.; de pronto el tipo se acercó, le tomó la mano y la invitó a bailar, era un tipo de música de esa que tiene cierto ritmo pero no dice nada, Carola estaba intrigada, no sabía quien era aquel entrajado caballero. después de algún tiempo bailando le susurro al oído plegarias de perdón, le confeso que extrañaba las curvas extremadamente anchas de su cuerpo, la gorda no sabía como aquel la conocía tan a fondo...
Sin duda alguna y como podemos comprender éste no era más que aquel que la había abandonado sin importar las lágrimas y lo que ella pudiera gastar en helados y chocolates, en medias de seda que dejaba entibiarse...
La gorda se disculpó tomó sus pertenencias, unos cuantos cigarrillos, la última media de seda se tomó y se marchó del lugar por primera vez antes de ser echada, por primera vez sin recordar a aquel tipo, dejándolo igual o peor que cuando ella se quedó.
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