Gato Negro por Toni Sanchez @Flickr |
Tengo un gato de mascota. Pero, ¿realmente uno puede tener un gato de mascota?. En la Convención Internacional de Amantes de los Gatos celebrada en París en el año de 1963, una feminista dijo: "los gatos, como todo animal, son almas libres, que no están sujetos al cariño humano, que pueden decidir por ellos mismos". Así que, desde su perspectiva un tanto metafísica, la verdad no estoy muy enterado, uno no puede apropiarse del alma del gato, entonces uno no puede poseer al gato...entonces, ¿el gato lo posee a uno?. Sarah una bruja del estado de Texas, sostiene que es posible, y esto se debe a la manera tan especial de los ojos de estos felinos. Existen tantas opiniones sobre la posesión real o ficticia de un gato como mascota, que es posible escribir algún ensayo titulado "Historia de la Relación entre el Ser-Gato y la Nada-Gatuna".
Realmente me preocupa mi posición filosófica y moral respecto al animal que veo de vez en cuando parado en la cocina, o asomándose por el balcón exigiendo un poco de jamón para comer y algo de leche. Pero, quizás me preocupa más la posición del gato. Por poner un ejemplo bastante práctico, hace un par de días me encontraba discutiendo un problema de Geometría con su lomo y decidió morderme, creo que no le gustan mucho las demostraciones y ese es un punto muerto en nuestra relación.
Nuestra relación también es un problema, me siento usado, tal vez la vieja bruja de Texas tenga razón, o tal vez sólo estoy demasiado solo. El gato, negro como la noche y de ojos color amarillo tiene un pequeño collar atado a su cuello con un cascabel que anuncia que ha llegado. Creo que es categóricamente imposible que él se lo haya puesto como una vanidad de bisutería, así que supongo que tiene "otros" dueños. No me importa mantener una relación abierta con un animal, puesto que de todas maneras no tengo el tiempo suficiente para tratarlo en una relación formal de mascota y además, estoy impedido por cuestiones maritales a hacerlo.
Al final de mi disertación, espero que la sociedad no me juzgue, por no decidirme entre una mascota, o algo que no se definir, es un buen gato, nos caemos bien, yo lo acaricio, el come jamón de la palma de mi mano, creo que vamos bien, al menos mejor, de lo que voy con mi esposa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario