Evito hasta lo posible la publicación de cualquier otro
escrito (al menos de mi parte) que esté fuera de lo que para mi significa este
blog, me refiero, por supuesto, a un blog de miradas (pseudo) literarias. Sin
embargo, a veces, uno siente la necesidad de explicar su opinión y termina
cediendo a ese impulso de ofrecer un punto de vista.
En general, me he abstenido, no sin problemas personales, a
hablar del movimiento estudiantil que ha unificado a los estudiantes
universitarios, mientras en el otro lado obliga al duopolio televisivo a tomar
posturas que de lejos, se miran incómodas. Hoy, no vengo a hablar de los
inicios del movimiento YoSoy132 (eso ya ha sido muy comentado), ni tampoco a
criticar las posturas diversas que ha adoptado el movimiento, no obstante,
quiero hacer un par de anotaciones.
Primero, el movimiento se ha
declarado en semanas pasadas como un movimiento apartidista y Anti-Peña
Nieto. Hoy me encontraba platicando con una amiga, cuando ella soltó su
mirada “yo, sólo estoy esperando que se declaren pro-AMLO”. Es cierto que el
sentimiento Anti-Peña Nieto, es un común denominador no sólo entre Obradoristas,
sino también de muchos PANistas, el movimiento, aunque se declare apartidista
lleva en su ADN dos propuestas políticas enfrentadas pero a la vez unidas en su
repudio a un candidato. Ahora, es necesario dilucidar la razón de ese repudio.
Desde mi perspectiva, los dirigentes del movimiento han hecho bien en declarar,
que el movimiento es Anti-Peña Nieto, no porque estemos en contra del candidato
en sí, sino por lo que él representa, y creo yo que más allá de representar el
regreso del PRI al poder, lo que francamente, en una democracia ideal no sería
problema alguno, aunque ya sabemos que no es el caso de México; representa la
imposición de un candidato por las Televisoras. Comentaba yo con la misma amiga
durante el desarrollo de la marcha del mes de Mayo por las calles de Mérida: “La consigna
contra Peña Nieto, debe ir más allá de
Peña Nieto, porque mientras las Televisoras sigan teniendo el control absoluto,
seguiremos teniendo Peña Nietos”, lo que quiero decir es que el problema de
facto hoy, es Peña Nieto, pero él no es el problema de fondo, el problema de
fondo es el aparato televisivo estancado y monolítico que ejerce un control
sutil (a veces no tanto) y poderoso sobre la mente del televidente.
Respecto al otro punto de mi
compañera, el de la declaración pro-AMLO, es algo que me preocupa, estar en
contra de algo, no significa estar a favor de lo opuesto, sin duda la
neutralidad política, sobre todo de una masa, es algo prácticamente utópico,
pero que debe estar siempre presente. Al menos en el caso de Mérida, para bien
o para mal, los convocantes y oradores que se han escuchado en las marchas del
movimiento son en su mayoría personajes conocidos por su apoyo a López Obrador,
afortunadamente el grueso del contingente, está compuesto por una mezcla
heterogénea de estudiantes, de diferentes Universidades. El patrón puede repetirse
a lo largo de las diferentes plazas del país, y es que es en la masa, donde
está el movimiento, en los estudiantes que salen a las calles, y no en los
oradores, mientras el movimiento permanezca horizontal, los oradores seguirán
siendo ciudadanos con preferencias políticas diversas, pero en el momento en
que los convocantes pasen a ser dirigentes, podríamos experimentar un cisma. La
horizontalidad es la clave para evitar la partidización de YoSoy132 y para
mantener a raya las preferencias políticas particulares.
Creo yo, que los problemas de
partidización, se resolverían fácilmente, si en vez de atacar directamente la
figura de Peña, atacáramos al aparato que lo sostiene, me refiero por supuesto
a Televisa y Azteca. Mi enojo más que contra Peña, que no responde a un enojo
ciudadano, sino a un enojo político y personal, es contra este monopolio de la
información que tanto daño hace al país. Creo que debemos ir más allá de Peña,
hacia sus bases.
Lo segundo que considero
importante es que el movimiento pase de las calles y avenidas, a las colonias,
es decir, que pase de ser un acusador, a una fuerza de cambio. Para mí, la
política está corrupta, por ello es necesario salir y gritarles sus verdades,
exigirles a los monopolios, obligarlos a cambiar, hacernos presentes. Sin
embargo, el salir a las calles, cada tantos días no va a tener un impacto real
en la cotidianeidad de una sociedad conformista como la que habitamos. No estoy
diciendo que debemos de abandonar la lucha desde la protesta, sino que la
extendamos a algo que no sólo sea de un par de horas, yo abogo por la creación
de brigadas de culturización e información. La cultura más allá de la
información, es nuestra principal arma, un pueblo culturizado es bastante capaz
de seleccionar y contrastar la información, somos estudiantes, somos bastante
capaces de encender una computadora y navegar por internet tranquilamente en el
peor de los casos, entonces, ¿Porqué quedarnos aislados con todo ese
conocimiento?. Mi propuesta es lanzarnos a las calles en grupos de ocho, cinco,
diez personas a informar, a contrastar información, a dar el acceso a la
cultura que muchas veces es negado al grueso de la población, a esos que sólo
tienen acceso a periódicos amarillistas y Televisa. A ellos que han perdido la
esperanza en la democracia y que se han olvidado, que el pueblo tiene poder,
que el voto decide, que todos debemos votar. De veras deseo que esto último se
haga realidad, pasar de las calles con gritos, a las colonias con libros, es un
giro necesario y de gran provecho para la sociedad, nosotros los estudiantes,
tenemos no sólo la oportunidad, sino la obligación de hacerlo, porque en un
país con políticos títeres, y debates estériles, los estudiantes, y todos los
que se identifiquen con YoSoy132 somos los que podemos salir, y demostrar que
los 131+(n+1) no somos porros ni acarreados ni políticos, somos ciudadanos,
realmente preocupados por nuestra realidad social, por México.
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