Fuente de Imagen: e-tlaxcala.mx |
Este lunes, fui al centro a buscar una libreta estilo francesa que me había costado trabajo encontrar. No contaba con el mitin de Josefina...yo no acudo a ningún mitin de ningún partido desde que en 2007 o 2008 fui a uno de Obrador en mi tierra, que es veinte veces más pequeña que Mérida.
Lo que encontré fue una combinación de acarreados y gente que desbordó el sistema de transporte de la capital del sureste. En el camión, repleto de gente, me preguntaba ¿que espera esta gente de Josefina, o de cualquier candidato?. Digo, los que iban en el camión no eran acarreados, iban por convicción propia, había niños, ancianos, parejas, jóvenes. El centro estaba abarrotado de gente traída de los municipios, banderas (que casi me sacan un ojo) y cartelones, en general basura electoral. El sonido era estridente y expulsaba a cualquier civil de la plaza grande, que se convirtió en un hormiguero de gente caminando en círculos que ni sabían exactamente que hacían ahí. Decidí quedarme como un ejercicio de observación.
Sobre el escenario, un animador hacía chistes y gritaba a la multitud, la incitaba a corear los nombres de los candidatos del PAN. Aquello me recordó tanto a un evento de Televisa, ¿dónde estaban las propuestas?, comencé a preguntar, nadie supo responderme. Un contingente de jóvenes entraban por la 63 y la 60, agitaban banderas y coreaban "Huacho" o "Josefina". No pude evitar pensar en la primera marcha de #YoSoy132 , en los gritos de los otros estudiantes en las calles de Mérida. Ahora lo estridente eran los megáfonos, puesto que la gente apenas alcanzaba a montarse en la euforia que despedían las bocinas en las esquinas de la plaza, y luego, se callaban sin más. Debo admitir que me dolió mucho aquella visión, que no sólo ocurre con el PAN sino con cada uno de los grandes partidos de México, la democracia partidista aseguró en el pasado la continuidad de la Revolución Mexicana por la vía pacífica, luego la traicionó y finalmente la ahogó, los partidos nos evitaron un siglo de revueltas, pero ¿a qué costo?. Por otro lado, con una educación opuesta a la democracia real y al sentido de la comunidad, es imposible concebir una democracia sin partidos, que no acabe en un aparatoso fracaso.
Me quedé hasta que apareció Josefina y su equipo, como siempre, la señora soltó su discurso monótono y que desde mi perspectiva es escuchar spots en vivo. Las llamadas feministas, como si al polarizarnos al feminismo eliminaramos al machismo, y su orgullo de ser mujer. A mi me parece fenomenal que México haya tenido a un partido pesado lanzando a una mujer por la presidencia de la República, pero Josefina, en lugar de marcar historia como la primera mujer que lograba romper ese círculo, se la ha pasado haciendo un circo, que ha acabado por molestar hasta a los propios panistas.
Me retiré del zócalo de Mérida, en un camión que encontré vacío por fortuna, y eso me permitió ver varios de los camiones que estaban apostados en las calles aledañas al centro, y en distintos lugares, para que no fuera tan obvio que habían acarreados.
Me quedaron muchas preguntas en el aire, ¿que piensan los jóvenes que se unen a "Juventud en Acción"?, ¿como combatir esta mitificación del líder?, ¿Cómo evitar la democracia que deidifica a los candidatos?, ¿Que nos pasa México?. Quiero hacer hincapié, en que esto no sólo ha sucedido en mitines de Josefina, al menos en Yucatán, pero es el caso que he vivido más de cerca y desde el cuál quería compartir mi experiencia, mi sentir como ciudadano, como votante que ya no cree en los partidos pero que asume su responsabilidad con el país.
El partido, no representa los intereses de la sociedad, no construye, sino destruye, polariza, y sin embargo parece que es nuestra única opción segura por ahora, sin embargo eso no implica que debamos permitirles sus excesos. No puedo evitar recordar el sentir de Octavio Paz cuando mencionaba que el PRI permitió eliminar la dictadura de la persona, aunque instauró una nueva forma, asfixiando la democracia. Así nos pasa ahora, estamos montados por tres partidos que fingen demencia o han olvidado todo, algunos caen en el cinismo. ¿Hasta cuando mantendremos esta partidocracia?.
POSTDATA. Lo que se expresa en estas líneas es sólo un sentir personal, y nada más, seguramente a muchos de los que me conocen se preguntan: ¿Tú en un mitin del PAN?. La respuesta está dada en parte arriba, y en parte a una persona en especial que amenizó mi estancia en ese momento. Gracias a ella puedo entregar este "Análisis" aunque más bien es una divagación. Vaya una vez más mis disculpas a los lectores del blog, que no tienen ganas de leer cosas políticas en el mismo, trataré de contenerme.
1 comentario:
Borregos que no lloran cuando los matan
Mi nombre es Josefina Morfín y López. Tengo 65 años. Fui la primera candidata ciudadana para contender por la alcaldía de Guadalajara, invitada por el Partido Verde, un pobre partido que no tiene principios, programa de acción y en esos momentos ni oficina. Año 1998. Duré 24 días en el "teatrito". Me tuvieron miedo y pronto me pidieron la renuncia la cual firmé con gusto. Lo único que recibí de ellos fue una cachucha con su logo, (un tucán y dos serpientes) que me ponía cuando hablaba en la televisión de éste. Fue una amarga experiencia y quedé convidada a no ser parte del juego. Hace unos dais asistí al "discurso" que dictó JVM en la sede de la Cámara de Comercio de Guadalajara y quedé sorprendida de la pobreza de ideas, de lenguaje y sobre todo del nivel de borregos que asistieron, mayoría mujeres que aplaudieron y gritaron a su "candidata color fresa". Me duele México con estos actos y sobre todo con el nuevo fraude que cada seis años nos recetan y cada tres a nivel local. Mientra haya pobreza, hambre e ignorancia en mi pueblo no puede haber democracia. Me gustó mucho tu relato.
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