Lo que hemos aprendido duramente es que al haber sido abandonado a la propia compañía, sin nadie con quien contar para que nos acaricie, nos consuele y nos dé una mano, es atemorizante y espantoso, pero que nunca nadie se siente más solo, y abandonado que cuando lucha por asegurarse de que realmente hay alguien con quien pueda contar hoy y pasado mañana para que haga todo eso en el caso en el caso de que la rueda fortuna gire en sentido adverso. los resultados de esa lucha son impredecibles, y la lucha misma tiene su precio. Exige diario sacrificios. No pasa un sólo día sin una escaramuza o un enfrentamiento. Esperar hasta que la bondad oculta (como usted desea fervientemente y, por lo tanto, cree apasionadamente) en lo profundo de su pareja elegida se abra paso a través de la maligna coraza y se revele puede llevar mucho más tiempo que el que usted puede soportar. Y mientras espera hay mucho dolor, lágrimas vertidas y sangre derramada...
Zygmunt Bauman
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