by the noisy plum_Flickr |
Voy a escribir la última carta, me preparo doy un suspiro pero con suerte (y mucha suerte creo yo), no brotó ninguna lágrima, y se afina el pensamiento, vuelan las ideas y el tiempo se detiene, sorbo un poco más de café, entinto la pluma y entonces creo que ya es el momento...
Querido amigo:
Hoy pensé en escribirte porque hace tanto que no estas aquí conmigo y tu sabes cuanto te extraño, han sucedido tantas cosas desde tu partida y simplemente ya no tengo tu regazo para echarme a llorar, ya no esta tu persona para darme la mano y levantarme de esta desagradable situación. Pero me queda tu recuerdo y soy feliz así, en esta forma tan ilusa de vivir, jugando con las utopías que me regala la vida.
Aún no dejo de pensar en aquella tarde cuando supe que nos dejaste a todos; los ojos llenos de lágrimas y el tiempo transcurría paulatinamente mientras las plegarias de tu madre se elevaban lastimeramente, el dolor de su corazón era terriblemente inmenso, como el mio al saber que ya no estarías aquí, no ahora, ya no después, ya no para frenar mis impulsos locamente actuados; aquella noche entre aves marías y mujeres afligidas estuve yo, mirando las escenas de nuestra vida, aquellas escenas de risa y otras de melancolía.
He pensado en nuestra amistad como un tesoro que se ha quedado guardo en el ayer, plasmado en las fotos de nuestra niñez, y hundido metros bajo la tierra donde yace tu cuerpo, pero no tú, tú no estas ahí, tu estas aquí con todos los que alguna vez te amamos, y aún ahora te seguimos recordando, tu estas aquí entre el mundo de destrozos que he hecho con mi vida desde tu partida, en los recuerdos del ayer y en los ojos de tu madre diciendo "mi niñito regresa por favor", tu estas aquí, sigues junto a nuestros corazones jamas moriste pues nuestras mentes te siguen recordando, no como se hace con los simples mortales, no de esa forma en la que se recuerda una vez cada año, no más...
Y en esta última carta, te confieso que tal y como lo dijiste aún no aprendo a quererme a mi misma, ni a mis sueños, aún no aprendo de ti, la vida se me escapa de las manos, sólo me queda el mañana para transformar porque el ayer se marchó y de no ser por ti, ya no lo quiero recordar...
Esta tarde no puedo más que decirte cuanto te extraño y cuan grandiosa ha sido tu amistad aún cuando ya recides en otro lugar, para mí tu sigues siendo inmortal.
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