Pero esta falta de ética no es la única que comete este Canal: cada
vez me cuesta más trabajo confiar en la credibilidad de la que tanto
hace alarde, mientras más venden su espacio publicitario a productos
fraudulentos que dañan a sus televidentes por partida doble: uno, porque
les hace gastar dinero en productos mágicos que van a aliviar una buena
parte de sus dolencias y hacerles perder peso. Dos, y esto es lo más
grave, porque los distrae de los ejercicios y las dietas sanas que, ésas
sí, pueden ayudarlos a combatir entre otras cosas su obesidad y
prevenir enfermedades como la diabetes.
¿Hay alguna forma de confiar en los medios televisivos? Hace dos o tres semanas, escuché al director del noticiero Visión 40 que llamaba a Chávez
tiranoy
mentirosoy, unos pocos días más tarde, calificaba a Maradona de
degenerado. Fue en Londres, en la BBC –en la que trabajé 14 años– que aprendí que un noticiero es lo que es: un programa de noticias en el que no se le endilga a nadie un calificativo. En todo caso, la noticia debe manejarse –o manipularse: toda noticia es manipulable– de manera que el público, por lo que se le dice, y la forma como se le dice, infiera por sí mismo que el personaje de quien se le habla es un tirano, o un hipócrita o un asesino o lo que sea. El caso de Maradona es particularmente escandaloso, porque Argentina no ganó la Copa del Mundo, y no sólo por culpa de su técnico, sino principalmente por culpa de sus jugadores. Si la hubiera ganado, Maradona no sería un degenerado: sería el genial Maradona.
Fernando del Paso
Una sola mirada, diferentes visiones.
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