Salir de la ciudad duele bastante. Las arterias para huir del caos, muestran al menos por fuera al México que nadie quiere ver. El México de los problemas, con mala imagen, pobreza y marginación. Y es que la contaminación está por todas partes, en los espectaculares, en el ruido de los automotores, en el smog que se respira, mismo que se encarga de borrar los valles y se distingue como una nata arriba de las casas.
Al menos eso es lo que se percibe por la carretera, pues al entrar a las colonias que conforman el cinturón de miseria de Guadalajara uno se encuentra con que el destino nunca ha sido bueno para sus habitantes. Estamos entre el agua contaminada, pequeñas casas y ladrilleras, en medio de la batalla de sus pobladores por sobrevivir. Y es que es difícil cambiar el presente cuando este choca con un futuro incierto, es intentar buscar opciones que no se encuentran fácilmente, es un volado, un silencio. Es tropezar con la línea que separa a los vivos de los muertos.
Una sola mirada, diferentes visiones.
1 comentario:
Esa foto muestra como el sueño por tener una vivienda y cumplir el derecho básico a tener un lugar para vivir.. termina siendo una pesadilla.
Los que compraron alguna vez una casa en el Fraccionamiento Azucena, se mudaron con la ilusión de buscar una mejor ciudad, un mejor espacio, tener algo suyo... me gusta lo que escribes porque al final esa marginalidad a la que te refieres.. la hemos causado todos.
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