Los contrastes en la ciudad
duelen bastante. Subirse a una de esas rutas que bajan del poniente
al oriente de la ciudad, es descubrir dos ciudades distintas. Y aunque no existan muros que las separen, ellas casi nunca se encuentran.
Una sola mirada, diferentes visiones.
1 comentario:
ciertamente caminar de un lado al otro de la ciudad es sorprendente, y aun en el centr podemos ver el centro bonito, el histórico y en deredor las casas que se estan callendo y los limosneros...es bastante triste algunas veces darse cuenta de que aún no se logra hacer una ciudad (no digamos un estado o un país) más parejo
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