"Silence of night" Originalmente añadida por : tabrandt
Nunca olvides apagar la luz al salir de un lugar, asegúrate que cada cosa vuelva a su lugar y si no puedes, al menos intenta borrar las pistas del desastre que causaste.
Si abriste ventanas, intenta que las cortinas vuelvan a besar el vidrio y que el calor que allí se encierra se mezcle poco a poco con la humedad que se filtra por las paredes, para irse conmutando lentamente en una especie de liquen que borra los retratos y ahoga las sombras, y que los fantasmas, muertos de frío huyan a sus cementerios.
Nunca olvides apagar todas las luces, es importante, nadie las va a necesitar nuevamente, es probable, pero nadie va a querer vivir cerca de una casa donde parece habitar un loco que jamás alguien ha visto, donde hay un foco solitario que aguarda día y noche, para que una mano dedicada, juguetona o el simple vencimiento del tiempo lo mengüen y lo apaguen, que muera sufriendo, no es algo justo para una máquina llena de luz. Asegúrate de dormirlo antes de que todos se vayan, con un violín decadente y sollozante, asegúrate que embrujado se quede, y descanse...en paz.
Al cerrar la puerta, da un último vistazo, y fijate bien de lo que ahí dejas, piensa bien lo que dejas y lo que llevas, al fin y al cabo, el tiempo, la oscuridad y el frío, transformaran cualquier cosa en un monstruo que el día de mañana no puedas eliminar.
Fíjate bien de las sombras que proyecta la luna y la bruma sobre tu antiguo hogar, y retoma ese aliento una vez más. Llora si gustas, pero no demás, sólo lo suficiente.
Recuerda que alguna vez hubieron flores, sonrisas, y voces encajonadas en la ahora desastrosa habitación silenciosa donde las enredaderas de moo, se aprovechan de las paredes que se dejan manosear y las conquistan. Recuerda sobre todo, que alguna vez, todo estuvo iluminado, y la luna que se proyecta a través de la ventana revelaba una cena tibia, un sabor a vino, besos delicados y un sabor a ella...
No olvides una buena panorámica de las cosas que yacen botadas; madres ahora de ratones y ratas, silenciosos testigos antes, de escenas para adultos que terminaban en una cama de seda...
Duermelas a todas, con frialdad y sinceridad, porque si despiertan, te lo he advertido, serán monstruos en tu memoria, mudos, pero presentes testigos de la mortandad del mundo que habitan. NO tendrán ojos pero podrán reprocharte desde lo profundo de ti, se apoderarán de tus pensamientos y engendrarán temores que habrán de convertirse en terrores, y el sueño huirá corriendo, y la cama de seda que te esperaba al anochecer querrá enjaularte en sus resortes añejos. Y tendrás que volver, a enfrentarte con lo incierto de un mundo de muertos vivientes, y sin ella... eternamente sin ella.
Duermelos, o mátalos, según gustes, pero sin remordimientos, y huye a la mitad de una noche fría, debajo del cobijo de algún cuervo cercano (puede que al salir te mire y te aconseje, ¡Nunca más!).
Y habiendo cerrado la puerta podrás regresar a algún puente, o algún parque, o ¡que se yo!, podrás regresar a lo que eras antes...y recuerda que a veces en la calle también...todo está iluminado.
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