Niños del cielo rompé con las culturas hegemónicas, cuenta una historia que bien puede suceder al otro lado del planeta, provoca en el espectador una serie de emociones compatibles entre todos los seres humanos. A veces, suele pasar que llegamos a pensarnos como el centro del planeta y vemos al otro como un peligro, un enemigo porque no comparte ciertos esquemas y estereotipos y lo consideramos distinto, y a lo distinto le tememos así que lo ridiculizamos o lo ofendemos, pues al final desde nuestra óptica somos el resultado un mayor grado de "civilización". Pero estamos equivocados, porque nuestro gran error es no lograr ver más allá de nuestras narices, y no dar cuenta de que compartimos singularidades en nuestro pensamiento, y son nuestras diferencias las que (nos) hacen de este mundo, único e irrepetible.
Niños del cielo nos obliga a pensar en el prójimo, en el otro. Nos brinda una de tantas opciones al enfrentarnos a la realidad que cada día se nos presenta en infinidad de lugares y contextos, donde las reglas del mercado y del sistema nos imponen no compartir, llegar a lo más alto de la escala social sin importar cómo lo hagamos y a quién afectemos en nuestro andar. Y es que ambicionar y querer ganar en todo se ha vuelto una necesidad y un mandato, cuando muchas veces lo más importante es disfrutar las cosas simples de la vida.
FICHA TÉCNICA
Niños del cielo
Irán, 1997
Duración: 87 minutos.
Guión y dirección: Majid Majidi
Producción: Amir Esfandiari y Mohammad Esfandiari
Fotografía: Parvis Maleksaade
Música: Keivan Jahanshahi Edición: Hassan Hassandoost
Reparto: Amir Farrokh Hashemian (Alí), Bahare Seddiqi (Zahra), Mohammad Amir Naji (El padre), Fereshte Sarabandi (La madre).
1 comentario:
la buscaré.
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