No vale la pena seguir luchando por tí. Hay una especie de selección natural que nos aleja. Nuestra relación parece una historia ya contada, en la que tú y yo somos dos abismos grandes, y la única similitud es ser eso, abismos. Ya no vale la pena luchar, es mejor rendirse, levantar la bandera blanca, aceptar la derrota y nunca más caer en tus engaños. No dejar más que el corazón vaya solo a la batalla, sin escudos, sin nada más que luchar.
En esta historia aplica el hecho de que la estructura está determinada, no puedes cambiar todo lo que tienes por mí. Por eso la praxis no interesa, ya no sirve de nada entre tu y yo.
La Celestina - Una sola mirada, diferentes visiones.
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