La mirada antropológica siempre se ha detenido sobre las imágenes que los hombres crean como representación o como símbolo del mundo social, natural o sobrenatural. La imagen es, pues, un objeto de estudio en antropología, aunque generalmente enmarcada dentro de un contexto más amplio (magia, religión, arte, personalidad). La mirada antropológica reconoce la fuerza de la imagen sobre los hombres que la han creado. Una máscara, un tótem, el retrato de un santo, un pantocrátor de una catedral o una valla publicitaria son imágenes que nos hablan sobre una cultura y nos interrogan acerca de nosotros mismos. Ejercen su fascinación sobre aquellos que creen conocer su significado y sobre aquellos que lo desconocen.
Elisenda Ardevol
Una sola mirada, diferentes visiones.
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