Don Roberto y Juan José, son actores sociales clave para el entendimiento de diversas problemáticas dentro de su ocupación. Ellos representan un caso de los muchos que existen en la Zona metropolitana de Guadalajara, donde una amplia gama de talleres en los que se trabaja manipulando la piedra, han tenido que cerrar o han visto disminuida la demanda de su trabajo.
La hipótesis de este proyecto radica en la marginalidad que se encuentran inmersos los artesanos de la cantería en la Zona Metropolitana de Guadalajara. Dicha marginalidad se ha vuelto cada vez mayor debido a que el trabajo ha disminuido por una serie de factores económicos que se atribuyen a la economía nacional, pero también a la dura competencia actual con talleres que cuentan con mayor capital y son de carácter industrial.
La hipótesis de este proyecto radica en la marginalidad que se encuentran inmersos los artesanos de la cantería en la Zona Metropolitana de Guadalajara. Dicha marginalidad se ha vuelto cada vez mayor debido a que el trabajo ha disminuido por una serie de factores económicos que se atribuyen a la economía nacional, pero también a la dura competencia actual con talleres que cuentan con mayor capital y son de carácter industrial.
Además los problemas a los que se enfrentan los trabajadores artesanos especializados en la cantería se han agudizado, debido a la pérdida momentánea de su trabajo, pues ante el incierto en el que viven un día sí y el otro también, han tenido que buscar empleo muchas veces en otras ocupaciones ligadas a su especialización, o tienen que enrolarse dentro de empresas o fabricas donde como ellos mismos lo dicen: no podrán obtener las mismas ganancias pero podrían entrecomillas tener una "mayor estabilidad".
Don Roberto y Pepe son piezas claves para entender como los sujetos están reconfigurando e interiorizando sus prácticas sociales, en un mundo inmerso en la globalización. Además gracias a que nos comparten sus experiencias podemos explicar como la modernización se concentra en las grandes urbes tienden a marginar al sector artesanal de la economía nacional. Según Lomnitz este proceso "viene acompañado por la desvalorización de las ocupaciones tradicionales frente a las industriales modernas, y del campo frente a la ciudad".
En este mundo global donde cada uno de nosotros está inmerso en un constante cambio, surgió una nueva crisis marcada por la especialización y la mecanización del trabajo que disminuye no sólo el valor de la mercancía, sino también la necesidad de contratar trabajadores. Los artesanos, maestros hábiles de las manos, han visto alterada su labor por la irrupción de la industrialización.
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