Permanecemos todo este tiempo en el patio. El objeto que enseguida ocupa nos llama la atención es una losa rectangular de piedra que ocupa el centro: es el masivo, el sepulcro de los antepasados. En África, los ritos funerarios son muy diversos. Algunos pueblos selváticos dejan los cuerpos directamente en el bosque, para que los devoren las fieras. Otros sepultan sus muertos en lugares apartados, unos cementerios sencillos y sin adornos. Hay pueblos cuyos miembros entierran a sus allegados bajo el suelo de la casa donde viven. Sin embargo, lo más frecuente es que los sepulte en las proximidades de la casa: en el patio o en el jardín; la cosa es tenerlos cerca para sentir su consoladora presencia. La fé en los espíritus de los antepasados, en su poder protector, en su cuidado, aliento y benevolencia solícitos, sigue siendo muy viva y constituye una fuente de ánimo y confianza. Al tenerlos a nuestro lado, nos sentimos más seguros; cuando no sepamos que hacer, ellos acudirán en nuestra ayuda con un consejo y –lo que es sumamente importante—nos prevendrán a tiempo de dar un paso equivocado o escoger un mal camino.
Ryszard Kapuscinski
Ébano
Una sola mirada, diferentes visiones.
Ryszard Kapuscinski
Ébano
Una sola mirada, diferentes visiones.
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