Acostumbrado a la rutina de levantarse temprano y salir a las carreras, aun cuando uno ni vive lejos ni cerca de la escuela, acostumbrado a caminar pensando en las mañanas, acostumbrado a escuchar lo que no se acostumbra en estos dias, acostumbrado a las decepciones amororsas, y que los dian pasen saltandose ocasiones, lugares o perfumes, a llevar una narracion de mi vida, como si me la contara a si mismo, con esas y demas costumbres caminaba esa mañana.
Un dia cualquiera, el sol de hace 65 millones de años en el horizonte, el ojo que busca un buen motivo para conversar conmigo mismo un rato en lo que dura la caminata hasta el porton, mudo carcelero de las historias que se quedan atrapadas detras de sus fauces.
Con el uniforme gris, del que ya no sabe uno si es gris por ser gris o gris porque uno lo ve gris, o gris porque...le quita la alegria y la belleza a las mañanas.
En el trasfondo del relato sonaba Sabina recordandome el viaje que el Che hiciese de Argentina a Mexico y el que me gustaria hacer de Mexico a Argentina, en iguales terminos y con iguales saldos.
En un dia tan profano como cualquiera recorde que ayer fue tu cumpleaños.
Silencio, casi me detengo a pensar en lo que estaba haciendo, y me repetia a mi mismo ayer fue tu cumpleaños como los catolicos responde cada vez que se acaba una de sus frases, no tengo ningun regalo para ti, nada...y no queda nada mas que unas cenizas que aun revolotean en mi mente desde hace un año.
En la mañana si me viste no te vi y si te vi te evite, hasta que por lo pequeño de los pasillos y lo trillado de los caminos te encontre.
Nos miramos, te salude como cualquier otro dia y te dicte el felicidades como quien le dicta a una secretaria un muy poco enfatizado documento.
La rosa mencionaste, la rosa verde que hoy es negra y esta marchita, y que aun asi conservas, la rosa, que hace 1 año llego colgando de mis manos, cual gota de rocio, no por estar mojada ni por ser pequeña, sino por ser yo todo un manojo de nervios, la rosa del ayer; la rosa de los meses, la rosa ceniza, la roza viento, la rosa poesia.
Aun no entiendo porque guardas esa rosa que llego hace un año, y que hoy no tiene compañera.
En tu cumpleaños la pasaste muy bien con aquel que hace un año era tu novio y que hoy lo es aun, me recuerdas como insinuando algo; en mi mente la rosa sigue retumbando; los demas te llaman, mi compañero del momento de promete un regalo al final de la semana, otro mas argumenta lo inecesario del mismo y me pregunta mientras mas perdido que encontrado le respondo un si desesperanzado.
La gente habla y habla, vaya sorpresa, sobra el cuento ya trillado de los reclamos de la fiesta que no hubo, del mole que falto, de la comida que todos antojaban; y luego silencio.
Y aprovecho, tomo un respiro y te miro, pronuncio tu nombre y con una mueca transformada en la mitad de una sonrisa te pregunto y casi te afirmo.... ¿COMO CAMBIA EL MUNDO EN UN AÑO NO CREES?....me preparo para irme, y asientes y todavia me alcanzas a recordar la rosa marchita que aun conservas en un cajon.
Una sola mirada, diferentes visiones.
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