Salen de mis pensamientos los temas más sinceros, sale de mi alma un te quiero; mi boca se queda callada, el silencio dice todo.
Estamos los dos sumidos en un recuerdo; tan pronto como nos reincorporamos surgen los colores que tiñen la imagen volviendo todo purpura y azul, se estremece todo el sentimiento, empezamos a divagar por separado, juro que no vi al gato negro de tus sueños, y tu me adviertes de la piedra en el camino para evitar hacerme caer antes de llegar a mi destino, pero no vamos juntos, vamos tan distantes que no alcanzo a mirarte el rostro, no sé quien eres simplemente que en mis sueños permaneces siempre...
No sé que buscas, ni a donde vas, lo cierto es que tenerte relativamente cerca me envuelve paulatinamente en un abismo insoportable que me mantiene suspendida en una nube de nada, entre un poco de todo, un santuario de mariposas, al estilo Michoacán, en mi estomago revolotean sin cesar cada ves que decido traerte al sitio de mis sueños para mirarte aunque sea un poco la mirada cegadora que me deja sin nada de ti, sin nada de mi.
No sé quien eres y sin embargo me tienes aquí visualizandote como el ser más especial entre tanto que habría de buscar entre tanto que no habría de encontrar.
Surgen de mi mente las mas extrañas ideas que se conjugan con un montón de desordenados sentimientos, transformándose en ideas que se ven consumadas al momento del encuentro con aquel hombre de papel, con ese de mis sueños, el hombre espectral que me hace divagar.
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