Con dos galardones bajo el brazo recién concedidos apareció ayer en Alicante el escritor uruguayo Eduardo Galeano, uno de los escritores más reconocidos e influyentes de América Latina. Galeano pronunció la conferencia Espejos de la memoria dentro del ciclo Literatura y vida que organiza Caja Mediterráneo, y pocas horas antes, tras recibir en Madrid la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes y el Premio Amigo de los Niños, que entrega la ONG Save the Children, señaló que «los dos premios me dieron mucha alegría. No voy a cometer el pecado de la falsa humildad, pero este doble acto de irresponsabilidad generosa me encantó». Respecto a su última obra, indica que en ésta «intenté llegar más allá de las fronteras de los mapas y del tiempo: uno puede ser contemporáneo de gente nacida hace miles de años, y vecino de personas que están a miles de quilómetros».
En todos sus libros, señala Galeano, «hay una intención de enseñar la cara oculta de la luna». La memoria, añade, «es como esos ríos que van por debajo del suelo, pero que siempre vuelven a aparecer en la superficie, aunque el poder no quiera».
Los libros, según destaca el escritor y periodista uruguayo, «me escriben, van naciendo dentro de mí y luego salen hacia fuera. Nacen como pequeñas historias que van creciendo poco a poco y ellas mismas acaban dando forma al mural», comenta en referencia a sus obras.
El autor de Las venas abiertas de América Latina también es conocido por su férrea defensa de la democracia, y no duda en aseverar que «estamos en 2009. Se acabó el tiempo de las dictaduras».
Pasión por el fútbol
Galeano, apasionado del fútbol, afirma que nació «gritando gol», y que cuando esta semana cenó con Diego Forlán, jugador del Atlético de Madrid, le dijo que ser el goleador más importante de Europa «vale todos los Premios Nobel».
Eduardo Galeano nació en Montevideo en 1940. Allí se inició en el periodismo publicando dibujos y cómic en el semanario El Sol. Entre 1959 y 1963 fue jefe de redacción del semanario Marcha y director del diario Época entre 1964 y 1966. Desde principios de 1973, durante los años de la dictadura militar uruguaya, estuvo exiliado en la costa mediterránea de España y en Argentina, donde fundó y dirigió la revista Crisis.
Romper fronteras
A principios de 1985 regresó a Montevideo, donde actualmente vive. Es autor de varios libros, traducidos a numerosas lenguas. La obra de Galeano se caracteriza por romper las fronteras que separan los diferentes géneros literarios. A lo largo de una obra donde confluyen la narración y el ensayo, la poesía y la crónica, sus libros recogen las voces del alma y de la calle, ofreciendo una síntesis de la realidad y de su memoria.
Además de los recientes galardones que le han entregado, la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes y el Premio Amigo de los Niños de la ONG Save the Children, en dos ocasiones ha sido premiado por la Casa de las Américas y por el Ministerio de Cultura de Uruguay. Recibió el American Book Award de la Universidad de Washington por su trilogía Memoria del fuego.
Galeano es el primer escritor galardonado con el premio Aloa, creado por los editores de Dinamarca, y con el Cultural Freedom Prize, otorgado por la Fundación Lanzan. Recientemente ha sido distinguido como el primer Ciudadano Ilustre del Mercosur.
Una sola mirada, diferentes visiones.
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