HISTORIA 2: EN UN CLANDESTINO
La platica de Enrique y Raul se alargo por mas de 1 horas, y cifraron las 2 de la mañana, por suerte los Mariachis se habían entretenido madrugueando unos tacos, y ahora esperaban a que Raul los llevara en la camioneta hasta el local, de donde habían salido con sus ropas y sus instrumentos.
Raul, finalmente despidió a Enrique, deseándole suerte y con 2 palmadas en la espalda, Enrique se enfilo hacia el Norte de la Ciudad, a lo que se conoce como El Limón; Raul por su parte abrió la puerta de la camioneta, y la cerro bruscamente, el sonido del metal chocando contra metal era bastante característico de un auto usado, de trabajo, con años de uso, con al menos 1 década de haber salido al mercado y con las características marcas de sus antiguos dueños, raspones, colores desteñidos, un polarizado deplorable, y los santos de devoción de México estampados por varios lugares, asegurando de alguna extraña forma el funcionamiento estrepitoso y ruidoso del cacharro, que se desplazaba como rugiendo en las calles del pueblo-ciudad casi desierto.
Después de una rápida movida, el cacharro reposo al llegar a la puerta del local de los Mariachis, Enrique había ya pagado ya la cuota, así que estaban servidos...
-Servidos señores, y gracias
-curiosa noche la de hoy no seño?- respondió el mas gordo de los tres músicos, al tiempo que de un salto bajaba por un costado de la camioneta
-si, bastante curiosa-respondió Raul , con desanimo, y prendiendo un cigarro.
-Bueno es todo no?
-si, es todo, pase buenas noches
-noches!
Raul encendió la camioneta y de un modo casi grosero y molesto salio a toda prisa sobre la calle 5 de Mayo, pasando a lado del Estorbo y el 7 Mares, bares de antaño, conocidos, y que su cercanía entre unos y otros bien le valía el reconocimiento por extranjeros, como La Zona Rosa del pueblo; el pasar por aquellos lugares, sin duda le antojo una cerveza fría, pero que habría disfrutar en un lugar mas tranquilo, en menos de 1 minuto había salido del pueblo y enfilaba a alguno de los tantos caminos que se pierden enredando al desprecavido, y pareciendo un verdadero laberinto.
Algunos dicen que se dirigió a los caminos serpenteantes de Torno Largo, otros que tomo para La Vecinal, pero como sea llego a algún bar Clandestino, pero protegido por su cuota de 500 pesos mensuales al Presidente Municipal, y bajando rápidamente de la camioneta, se sentó en una mesa sola.
El clandestino, no llegaba a los talones de bar, ni de cantina, pero tampoco era un triciclo con hielera, poseía su palapa bien hecha, pero de apenas unos 5 por 5 metros, con algunas mesas propiedad del dueño, y como todo debiera ser, se encontraba atrás de una pequeña casa, que bien podría estar abandonada hacia tiempo, pero aun conservaba un tono amarillento, por eso le llamaban “ El embrujao” a aquel pueril kiosco cervecero.
-Raul!, una fría verdad?, a ver si hoy si te quedas un poco mas que la otra noche...- Una persona sudorosa, a pesar del roció de la noche, con un aspecto ya de mas de 40 años y la tradicional panza chelera, saludaba a Raul.
-Ah! Claro compadre-
-Bien aquí tienes-
-que me cuentas?-
-nada vengo de un asunto-
-un asunto?
-si, uno en que me enredo mi sobrino
-ah! Ese muchacho, otra vez dando problemas?
Raul, miro la cerveza que tenia en las manos, como dudando un poco y luego tomo un sorbo.
-Pues, no se si sea un problema
-no?
-Bueno pues, si es un problema pero no tan grave me supongo
-como esta pues?
-solo te diré que un viejo loco saco un pinche rifle y lo disparo- el tono de Raul era de desinterés, pero con las ultimas palabras, su compadre mostró una viva preocupación y comenzó.
-que dices?
-disparos
-esto es gravisimo, hirieron a alguien?
-no, no, pero si nos asustamos
-madres!, en que andaban metidos esta vez?
-en una serenata
-serenata?, ora que ese muchacho es bien pendejo, a la mujer ni todo el amor, ni todo el dinero
-déjalo, que quien quita y se casa, con ella
-quien quita y sale muerto?- el tono sarcástico era evidente
-los disparos no fueron porque si, creo que nos equivocamos- Raul seguía mirando la botella a cada sorbo que tomaba, parecía que ejercía algo hipnótico en el-
-claro que no! Que tonteras hizo esta vez?
-el?, no nada
-tonces?
Raul, volteo fugazmente detrás de el, y observo la total ausencia de gente, solo había un borracho en la esquina, durmiendo a pata suelta, también de aspecto sudoroso, pero con la mas grande de las borracheras encima
bueno, esque nos equivocamos de casa- y soltó unas carcajadas
que madres!- las risas del compadre sonaron estrepitosamente... y luego hubo silencio, el cantinero empezó a limpiar las botellas, que se habrían de rellenar al día siguiente, con una franela, multiusos si lo podemos llamar así, pues la usaba para secar las botellas, limpiar las mesas, las hieleras, las botellas, y si se prestaba, también el sudor.
Luego d esto la platica tomo formas triviales, y poco a poco sin darse cuenta el compadre se fue tomando una tras de otra siguiendo las palabrerías de Raul que al irse adentrando en la borrachera comenzó a hablar de cambios y obras gigantes, de lo que el había hecho y de sus hazañas, de lo que haria de ser presidente, si fuera narco, si fuera joven, y de ahí a la juventud, que les diría a los jóvenes y que les haría a las jóvenes; y al final como toda excelente platica de gente que solo habla por hablar callo en las supersticiones y en los dicen por aquí y dicen por allá, y hágase la ocasión de que estamos en el “embrujao”, la casa del frente tomo el centro de la platica.
-bueno y esa casa compa?- Raul ya tambaleaba al igual que su compadre
-es la de Doña Margarita, compa Raul
-y no es que dicen que ya murió
-eso dicen, que murió en Villahermosam, en un accidente
-aaah!, y nose aparece o pasan cosas raras?
-no compa, no
-pero el otro día dijo Pedro Suarez...
-que dijo?
-que de noche se veia a alguien ahí dentro
-pos yo no he visto nada de nada
y que vas a ver si ya esta borracho- ambos rieron, y luego hubo silencio un rato-
y si entramos?
No para que capaz y nos pase algo
que? Tienes miedo vea?
No como va a ser, cuando he tenido yo miedo?
Ahora!
A pues no!, ahora vamos!
Ese mi compa, vamos pues
Los dos, sosteniendo el uno al otro avanzaron hasta la puerta delantera de la casa abandonada, pero aun cerrada y bajo llave, Raul la golpeo- Compa, tiene llave!-
-ah! Pos hay que tirarla
ese es mi compa
a ver, quítese compa, ahí va la pata
Y sin mas el compa le metió un patadazo a la puerta que rompió la oxidada cerradura, y dejo su interior expuesto, un aire sabor a viejo y misterio escapo a gran velocidad, al interior la oscuridad reinaba a sus anchas y era absoluta y señora de la casa, no falto, por supuesto el rechinido de la puerta abriéndose, al final del golpe, ni el eco que habría de producir tan gran portazo, que hasta sacudió los ensueños del borracho de la esquina.
shht!silencio compa
ora, a ver que hay aquí, un mueble viejo, y acá, nada
y acá tampoco, ya ves? No había nada! De enbalde el esfuerzo
no se, tal vez pase algo si esperamos
bueno, hazte espacio vamos a esperar en este sillón viejo
Ambos se sentaron en el sillón, y esperaron por un rato, la oscuridad era tan grande y la borrachera tan inmensa que al cabo de un rato se durmieron...
Luego de una hora, quizás dos, cuando ya cifraban alrededor de las 4:30 de la mañana, ambos compadres dormían plácidamente en un sillón acolchado con polvo y aserrín y de pronto..
Mario! Mario!- una voz clara de mujer, pero enardecida, terriblemente molesta retumbo en la casa, Raul despertó de golpe, y un sudor frío sintió, volteo a la puerta y se encontraba cerrada, o al menos eso parecía,
Chilo!, chilo, compadre despierta, ya nos llevo Doña margarita!- Chilo, el compadre se despertó, crudisimo, y se volvió a escuchar la voz
Mario!, eres un maldito!- Chilo sintió un sudor frió, y luego observo la fina neblina que se extendía en el lugar que que entraba desde la puerta, de la impresión, apenas se podía pronunciar el tan preciado Padre Nuestro o el Ave María, y luego dos ojos aparecieron al final del cuarto donde estaban, entiéndase que era la sala, y al final de la misma, en la cocina de la casa, aparecieron dos ojos casi rojos y endiablados
Padre Nuestro!- apenas suspiro Raul, y Chilo seguía trabado en el Ave María, los ojos se acercaban y se veían mas grande
compa tenemos que salir de aquí
vamonos!- a como pudieron y trastabillándose los dos salieron corriendo de la casa, mientras los seguía un pequeño gato con ojos brillantes... ambos cayeron sobre la arena, y quedaron mirando las estrellas fundidas con las matas de coco...
Maldito Mario, eres un mal padre!, que esperas aquí emborrachándote toda la noche y yo esperándote!- ambos voltearon intuitivamente y vieron a una mujer en bata, de chanclas y de aspecto casi fantasmal, empujando forzosamente al borracho que aun yacía sen la esquina del clandestino, con una cruda monumental.
Oye compa!, si es María la esposa de Mario-
Hijo de la Fregada si!-
que rajones somos cabrón
si compa, así es
Los dos continuaron riéndose mientras María sacaba a patadas a Mario para llevarlo a su casa y les lanzaba maldiciones, e injurias, por emborrachadores, borrachos y mal nacidos.
Una sola mirada, diferentes visiones.
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