Han pasado ya tres años del fraude electoral. Tres años en los que México ha caído cada vez más al fondo, tres años sin crecimiento económico, tres años con una severa crisis, tres años con un gobierno de facto corrupto, apoyado por las oligarquías. Sí, ya son tres años en los que el peligro para México resultó ser otro, él que llegó al poder tras uno de los peores gobiernos de la historia: el sexenio de Vicente Fox.
Pero aun, son muchos, demasiados los mexicanos que no observan detenidamente la realidad de su país, que sin tener dinero en los bolsillos se dejan engañar por el partido oficialista, que sin tener televisión piensan que con López Obrador se habrían quedado sin ella. El presidente del empleo nunca llegó, porque simple y sencillamente Felipe Calderón no es el presidente, el prometió eso en su campaña presidencial, pero como no es el presidente, nunca podrá cumplir sus promesas. Bien dice el líder de la oposición, Felipe Calderón no sirve, ni para ministerio público.
Una sola mirada, diferentes visiones.
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