Foto: César Huerta/Extensión Medios
Jorge Gómez Naredo
El Occidental
18 de mayo de 2009
Para Alejandra Hidalgo por todo, que siempre es mucho.
Podría escribir una carta de amor: decir que amo a esa mujer y que sin ella (como hoy estoy), desfallezco. Podría hacer un discurso patriótico, mencionar que nací en estas tierras y que jamás quiero dejarlas: que lucho por ellas y por ellas, muero. Podría incluso hacer un texto académico, tratar de elucidar por qué la gente, en determinadas circunstancias y a partir de ciertos patrones culturales, se comporta de tal o cual manera: podría incluso acuñar algún concepto y adherirme a varias teorías de los grandes pensadores de las ciencias sociales e incluso de la filosofía. Pero no quiero hacer nada de lo anterior. No me interesa ahora. Mi intención es simplemente preguntar, realizar una retahíla de cuestiones, de interrogantes. Y es que hoy, yo sé poco, sé nada: me siento sin asideros. No entiendo este mundo que gira y gira y gira y no se cansa de girar.
¿Por qué existen pobres y por qué ricos?, ¿por qué los ricos quieren ser más ricos y los pobres muchas veces no se enteran de su pobreza?, ¿por qué los medios de comunicación manipulan?, ¿para qué?, ¿qué intereses los guían? ¿Por qué tenemos un presidente tan mediocre, tan gris, tan opaco?, ¿por qué no se harta la gente de los hierros de la clase política, de la forma en cómo ha conducido al país a un despeñadero? ¿Por qué las derechas quieren apoderarse de todo el poder y no dejar nada para las demás tendencias ideológicas? ¿Por qué muchos izquierdistas viven como si fueran de derechas?, ¿por qué hace falta congruencia, y aunque a veces se tenga en lo social o en lo público, en la vida privada se destroza? ¿Por qué criticamos tanto y a veces no nos miramos adentro, no nos conocemos y erradicamos nuestras debilidades, las hacemos pequeñas?
¿Por qué, como diría Joaquín Sabina, ser valiente cuesta tan caro?, ¿por qué siempre pensamos en tener y tener y seguir teniendo?, ¿por qué el capitalismo y el consumismo nos gustan tanto?, ¿por qué es tan difícil ser sinceros, no solamente a los demás, sino a nosotros mismos?, ¿por qué estamos llenos de miedos y de complejos?, ¿por qué la hipocresía es un mal que a todos nos toca, que nos corroe y nos mata lentamente?, ¿por qué no vemos nuestros errores y en cambio vemos, clara, nítidamente, los errores de los demás?
Jaime Sabines, poeta chiapaneco que atraía la muerte en cada cigarrillo, escribió un poema intitulado "Horal": "El mar se mide por olas / el cielo por alas / nosotros por lágrimas // El aire descansa en las hojas / el agua en los ojos / nosotros en nada // Parece que sales y solos / nosotros y nada..." ¿Por qué nos acostumbramos al sufrimientos?, ¿por qué dañamos?, ¿por qué cuando queremos ser otros, estamos siendo los mismos?, ¿qué hace que seamos injustos cuando luchamos por la justicia?, ¿por qué las lágrimas son tan comunes en el ser humanos?
¿Por qué México no se ha transformado en un país de primer mundo?, ¿por qué nuestra historia está llena de sangre y carente de solidaridad?, ¿por qué seguimos luchando por lo que lucharon miles antes que nosotros?, ¿por qué no hemos conseguido la igualdad ni la justicia?, ¿por qué nos vencemos?, ¿por qué las derrotas ha sido constantes y los triunfos tan ausentes? ¿Por qué los ojos que me miraban ya no me miran?
Muchas preguntas hay que no tienen respuestas. Podría seguir escribiendo infinidad de por qués, demasiados para qués. No sé si sean las lluvias que hoy caen y que no deberían caer en este mayo lleno de calor. No sé si sean los alejamientos que no deberían existir. No sé qué sea. Pero hoy, no tengo respuestas: lo único que poseo son miles de interrogantes. Interrogantes que duelen, que no dejan de herir.
jgnaredo@hotmail.com
Una sola mirada, diferentes visiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario