Aunque no sea feliz el mundo
Aunque no sea feliz el mundo
y la lluvia de repente
sea ácida y las lágrimas
se conviertan en tormentas
llenas de injuria y de impotencia.
Aunque las manos no se sientan
y las miradas
lejos muy lejos
miren las ventanas
siempre vistas por tus ojos,
junto los sueños y los recuerdos
los caminos y las calles;
y aunque
el cariño la madre y la hermana
se alejen o te alejes;
a pesar de todo
sé feliz
Pero no feliz como la felicidad vendida
en este tiempo de vender
hasta las sonrisas
no esa felicidad banal
hecha y rehecha
con arreglos y siempre la misma
¡no!,
sé feliz
con dolor y sé feliz
a pesar de las lágrimas
sé feliz
conmigo o sin mí
pero sé feliz
sé tú y sé siempre
sonrisa y sonrisa
afuera y adentro
sin rostro y sin él
sé feliz
porque la felicidad
así con espinas y dolor
es la felicidad
más diáfana
más humilde y más bella
de todas
las felicidades
Jorge Gómez Naredo
Una sola mirada, diferentes visiones.
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