Enero 10, 1929
Ciudad de México
Mella
El dictador de Cuba, Gerardo Machado, lo manda matar. Julio Antonio Mella no es más que un estudiante desterrado en México, que ocupa sus fervores en correr la liebre y en publicar artículos, para poquitos lectores, contra el racismo y el colonialismo enmascarado; pero el dictador no se equivoca al considerarlo el más peligroso de sus enemigos. Machado lo tiene en la mira desde que los relampagueantes discursos de Mella estremecían al estudiantado de La Habana. Mella ardía denunciando a la dictadura y burlándose de la decrepitud de la universidad cubana, que es una fábrica de profesionales con mentalidad de convento español de la colonia.
Una noche, anda Mella caminando del brazo de su compañera, Tina Modotti, cuando los asesinos lo liquidan a balazos.
Tina grita, pero no llora ante el cuerpo caído.
Tina llora después cuando llega a su casa, al amanecer, y ve los zapatos de Mella, vacíos, que están como esperándolo bajo la cama.
Hasta hace unas horas, esta mujer era tan feliz que sentía envidia de sí misma.
Eduardo Galeano en Memoria del fuegoUna sola mirada, diferentes visiones.
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