Cada vez que ambos estamos, me brillan los ojos y vuelvo a construir sueños tan sólo con mirarte. Qué debilidad la mía, qué terquedad y sinrazón. No hay lógica que pueda explicarlo, no hay manera de entenderlo. A pesar de todo, me vuelvo a ilusionar y no sé por qué. Será que me gusta sufrir, será que ansío ver como a la semana me vuelves a derrotar y te burlas de mí.
¿Por qué es tan difícil amar? ¿Por qué la vida se torna tan complicada? ¿Por qué no entiendo mi realidad? ¿Por qué no puedo olvidar las comisuras de tus labios? ¿Por qué así como llegaste, no te vas?
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