Tus ojos ya no brillan como antes. La tristeza es una constante cuando estamos cercanos. Los días transcurren y sólo apareces deslumbrante en mis sueños, diciéndome algo sincero, siendo franca conmigo. Luego despierto y descubro que la realidad es otra, tú ya has desaparecido de mi vida.
Qué triste es todo ahora sin ti. Me duele verte tan gris, tan lejana de todo. Quisiera decirte tantas cosas, pero el silencio entre los dos es ya irreconciliable. Quisiera encontrarme contigo en un futuro lejano, como cuando dijimos que nos casaríamos a los cuarenta, y seríamos los más felices del mundo.
Quizá eso nunca más vuelva a suceder. Lo cierto es:
Se nos acabó el amor...
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