Imagen by Josu Garate Perez_Flicker |
Eran las 2:00 p.m. de la tarde el sol aumentaba la temperatura del planeta y nuestros deseos la de nuestros cuerpos, un beso, una caricia; eran ya tantos días sin vernos, casi un, no sé pero fue mucho tiempo tanto que ya había olvidado el color de mi mirada reflejada en la tuya, que ya había olvidado que se siente estar entre tus brazos.
Me he enamorado, de nuevo me he enamorado de tu persona tan varonil de tu forma tan infantil, pero al cabo enamorada de ti; hoy he pensado en retirarme de esta jugada, de escribir palabras que no son más sino la descripción de un mundo de pasión, para poder dedicarme por completo a este sentimiento que invade mi alma.
Son las 2:40 y mientras la temperatura aumenta, mis ideas ya se esfumaron, sólo somos tu y yo y un tercero haciendo mal juego, pero ahí estamos divagando en la locura de un juego de pasiones donde no somos sino dos amantes que se aman con razón; el sudor corre por tu rostro, deslizas tu mano sobre mi piel ardiente y mis besos son llamas de fuego caliente que queman tus labios sedientos de besos inspirados en ese sentir de deseo y placer, tu lengua recorre mi cuello las palabras aniquilan tu fuego...
Son las 3:15 el tiempo ha transcurrido tan a prisa, las caricias nos tienen ahí, húmedos y con las miradas impactadas en el otro.
Es hora ya de tomar una buena decisión, estaremos aquí para siempre con el miedo a que nos mire la gente o gritaremos al mundo este sentimiento que hace tanto tiempo nos quema por dentro, dime ¿a dónde iremos a dar si seguimos amándonos en la oscuridad?
Son las 4:00 p.m beso tus labios de nuevo, en cuestion de unas cuantas horas hicimos el amor sin siquiera desnudar los cuerpos, aclaramos nuestras dudas sin siquiera articular palabra alguna...
Nos queremos, quizás un día nos podamos amar, mientras tanto sigamos este juego de seducción que nos envuelve a los dos.
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