A veces hace falta un poco de rebeldía. Hace falta comenzar a organizarnos y relacionarnos con las personas que decidieron salir a levantar la voz antes que nosotros y nunca más van a claudicar. Aunque desde el bando contrario se empeñen en matarnos la esperanza y nuestra utopía se mire en el horizonte, no podemos dudar y debemos luchar.
Espero la utopía no se olvide de mí, ni yo de ella. Espero nunca renunciar a mis ideas y buscar los sueños anhelados.
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