César Huerta/ @zorrotapatio
Cada cuatro años los países de toda América se reúnen a celebrar los juegos panamericanos. Este año México tomó la estafeta, en particular la ciudad de Guadalajara como sede de la justa deportiva. Desde su anuncio, las autoridades se frotaron las manos y comenzaron a ajustar a la ciudad en base a sus propios intereses.
La villa panamericana se anunció con bombo y platillo en las inmediaciones del céntrico parque Morelos sin tomar en cuenta desde un inicio a los dueños y habitantes de este barrio histórico y tradicional de la ciudad. La culpa era de ellos, por no adaptarse y oponerse al desarrollo y el dinero “para todos” que traerían los juegos. Al final, la resistencia a la construcción de la Villa triunfó, pero su barrio se quedó (como si fuera un castigo) con los mismos problemas significativos en estética, funcionalidad y seguridad. Aunado a eso, un paisaje desolador, con fincas destruidas por la autoridad.
Dicen las cifras oficiales, 5.996 atletas de 42 países en 36 deportes son los invitados a la XVI edición de los Juegos Panamericanos. La Secretaria de Turismo estatal pronosticó la visita de aproximadamente 480,000 turistas (250,000 nacionales) y (230,000 extranjeros) con una ocupación hotelera del 90%.
Según el estudio “Juegos Panamericanos 2011. Proyección de empleo, inversión y derrama económica en Jalisco” realizado por el Instituto de Altos Estudios sobre Deporte, Cultura y Sociedad (INDECUS) y la Universidad Iberoamericana la inversión total de mil 343.6 millones de dólares entre dinero público y privado. La derrama económica a corto plazo según la investigación se estimó en 2 mil 702 millones de dólares en el estado de Jalisco.
Pero pocos son los que obtuvieron los beneficios prometidos. La mayoría de habitantes tapatíos (si bien les ha ido), han disfrutado los juegos desde la televisión. Los que viven en las periferias y los de la calzada al oriente de la ciudad no son los beneficiados por las nuevas construcciones deportivas. Ellos tendrán que seguir acostumbrados a los módulos deportivos abandonados, a sus colonias sin los mínimos servicios básicos, pero con la fachada de sus casas recién pintadas para no dar mal aspecto a los visitantes.
Los juegos panamericanos visibilizan la brecha de desigualdad en la ciudad. En Guadalajara son más de 72 mil personas las que no tienen el dinero suficiente para adquirir alimentos. En todo el estado de Jalisco aproximadamente 3 millones de personas se encuentran en situación de pobreza y el 6% de su población no sabe leer ni escribir. Ellos y ellas, no acaparan la atención de cámaras y reflectores.
La inauguración fue todo un gran espectáculo, un éxito donde se exaltó la identidad y cultura de un pueblo al que en los hechos se desprecia. Artistas, luces y juegos pirotécnicos. Según los narradores de la televisión, la mejor de todas en la historia de los panamericanos. Con un costo aproximado de 12 millones de dólares, una buena parte se lo llevo la empresa extranjera Five Currents. Los precios excluyeron al populacho: el más barato $560.00, el más caro $3,500.00.
Quiénes fueron los "beneficiados" de estos juegos, ¿el obrero que se levanta a las 6 de la mañana a trabajar o el 10% de la población que controla entre el 42 y 43 por ciento de la riqueza en la Zona metropolitana de Guadalajara? Mientras unos apenas alcanzan para comer, otros allá arriba despilfarran el dinero de todos en un festín. Unos extienden la mano, otros malgastan el dinero que no les pertenece.
En este mundo al revés el dinero público es derrochado en espectáculos en lugar de ser utilizado para el bienestar común y en los más desprotegidos del sistema. Este, un mundo que se preocupa más del qué dirán que de las personas.
1 comentario:
En este momento por el cual Mexico sangra tanto dolor , usted viene a poner un ingrediente negativo a la imagen de Mexico!Por favor deja a Mexico en paz!luche de otra manera por nuestra amada Ptria!Loa problemas de Mexico son de nosotros los Mexicanos y nosotros tenemos que resolverlos sin necesidad de deleitar a un Argentino(ya que ellos estan a la espera de nuestra desgracia).Mexico tiene mas cosas bellas que problemas!Saludos.
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