No debiera arrancarse a la gente de su tierra o país, no a la fuerza.
La gente queda dolorida, la tierra queda dolorida.
Nacemos y nos cortan el cordón umbilical. Nos destierran y
nadie nos corta la memoria, la lengua, las calores. Tenemos que
aprender a vivir como el clavel del aire, propiamente del aire.
Soy una planta monstruosa. Mis raíces están a miles de
kilómetros de mí y no nos ata un tallo, nos separan dos mares
y un océano. El sol me mira cuando ellas respiran en la noche,
duelen de noche bajo el sol.
La gente queda dolorida, la tierra queda dolorida.
Nacemos y nos cortan el cordón umbilical. Nos destierran y
nadie nos corta la memoria, la lengua, las calores. Tenemos que
aprender a vivir como el clavel del aire, propiamente del aire.
Soy una planta monstruosa. Mis raíces están a miles de
kilómetros de mí y no nos ata un tallo, nos separan dos mares
y un océano. El sol me mira cuando ellas respiran en la noche,
duelen de noche bajo el sol.
(Bajo la lluvia ajena)
Juan Gelman
1 comentario:
Comparadas con el presente de México, las visiones más apocalípticas son apenas un cuento de brujitas. Es increible la reputación que tiene este país a los ojos del mundo. Es una lástima que el país de los mariachis, de Pancho villa, de Frida Kalho, de Carlos Fuentes, de Cantinflas, de los mayas y los aztecas, de los paraísos de aguas marinas de mil colores, de la arquitectura colonial y otros prodigios, esté hoy sumido en la violencia, la corrupción, la impunidad... En verdad, toda esta carga negativa y funesta guarda relación con la gestión del Estado y de los gobiernos. Un extranjero está altamente expuesto al abuso de las autoridades, que sin rubor ninguno, van exigiendo coimas y prevendas al visitante. No es mala prensa. La corrupción se ensañó en la historia de México. Muchos que no somos mexicanos, pero que apreciamos a este país, vamos a quedarnos sin haber puesto el pie en eseta tierra por temor al secuestro, a la extorsión, a caer en manos de la policía corrompida, a sufrir un atraco o a ser decapitados. Ahí están Acapulco, Cancún, Hermosillo, el D. F., con sus interminables hileras o montañas de personas mutiladas, quemadas, torturadas... Dios se apiade de México... Y vosotros, haced algo en vuestro blog para no tratar de ocultar el sol con las manos... ¡Suerte!
ANDREA NIKITA
Moscú
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