jueves, 29 de mayo de 2014

Incomprensión



Resisto a tu mirada
a tus labios buscando mis labios
a tus manos vestidas de mí

resisto a tus palabras
a la cadencia de tu voz
a las sílabas que pronuncias
como pronunciando
poesía


resisto a tu abrazo
a tu piel sin ropas
a tus ropas sin ti

resisto el discurso de tu sudor
cuando sudas con mi sudor
cuando nos hacemos nosotros
y nos olvidamos de lo que fuimos
tú y yo
separados

resisto casi todo
verdaderamente
¡casi todo!
excepto
(siempre hay un excepto):

no resisto
tu ausencia.

Jorge Gómez Naredo

lunes, 26 de mayo de 2014

Siempre o nunca [Mario Benedetti]


Hay quienes confunden la palabra siempre con la eternidad. Antes que nada conviene aclarar que la eternidad es un cuento chino. En cambio, siempre sí existe: es una permanencia o más bien una rebanada de tiempo. Si uno dice: «En invierno siempre me resfrío», ya le está poniendo un límite, porque su vigencia no alcanza, digamos, a la primavera. O sea que se trata de una permanencia con límites. Si un hombre y una mujer se casan, creen estar unidos para siempre, y se olvidan de que en el peor de los casos ese siempre puede concluir en un divorcio, y en el mejor puede durar hasta que uno de ambos estire la pata o acaben juntos en un accidente aéreo.

Ahora bien, siempre es antónimo de nunca, y ésta sí es una palabra definitiva: cuando cierra el portal no pasa nadie, ni siquiera un misil.

Hay quienes consideran al reloj como un símbolo de siempre, porque su aguja da vueltas y vueltas y pasa y repasa por el mismo número, por la misma hora, pero en uno de sus giros puede agotarse la pila o atracarse la cuerda, y el reloj se queda sin siempre. O sea que esa palabra puede ser una vida o también un soplo instantáneo.

«Siempre fue antaño mejor que hogaño» dice el refrán, pero los refranistas a menudo exageran. Aun así, cuando en la infancia decimos siempre, la palabra abarca kilómetros y alegre pompa, pero cuando, ya octogenarios, decimos siempre, nos basta con un bostezo y también una pompa, pero fúnebre.

Lo más prudente es habilitar dos bolsillos del chaleco: uno para guardar a siempre y otro para esconder a nunca.

Mario Benedetti 

Audiolibro Recomendado del Mes

Compartimos el Libro: "De la dictadura a la Democracia" del autor Gene Sharp, en su formato audiolibro para nuestros estimados lectores. Un título imprescindible sobre los diferentes métodos que el autor propone para disolver dictaduras por medio de revoluciones pacíficas y acciones no-violentas. (son díez capítulos que se estarán subiendo hasta completar la carpeta):